UNA NUEVA ETAPA: LA ADAPTACIÓN A LA GUARDERÍA

A lo largo de los primeros años, nuestras inquietudes como padres  van a ir cambiando a medida que el niño vaya creciendo. Por este motivo, nos empezarán a surgir un montón de preguntas, a las que tenemos que dar respuesta. Entre ellas están todas aquellas relacionadas con los primeros días de guardería: ¿Estará mejor cuidado si se queda conmigo? ¿Cómo se relacionará con otros niños? ¿Lo pasará mal sin mí? ¿Estaré haciendo mal?.

En primer lugar hay que pensar que en muchas ocasiones, debido a la reglamentación laboral de este país, tan poco beneficiosa para los padres que tienen hijos pequeños, estos se han de reincorporar al trabajo: No queda otra. Es la «maravillosa» conciliación familiar que tenemos

Por otra parte, ese miedo es innato, por lo que los padres lo deben de trabajar. Ya dije en un post anterior, que los hijos os sacarán de vuestra zona de confort,  y esta es una de esas situaciones, en la cual lo pasareis –en ocasiones-peor que vuestros hijos.

La guardería es una muy buena opción para los niños. Adquirirán una mayor autonomía, sus padres podrán reincorporarse a sus trabajos y, además, los pequeños aprenderán muchísimas cosas: Desde socializar e interactuar con otros niños a estar muchísimo mejor preparados cuando vayan al colegio con tres años. Hoy en día, muchos padres creen que sus hijos son más pequeños de lo que en realidad son. Por lo que no se les está exigiendo ni permitiendo que adquieran una autonomía para la que sí están ya preparados, y que la guardería puede estimular positivamente.

Cada centro tiene sus propias rutinas de adaptación, por lo que al cabo de 2 semanas, los niños ya se encontrarán integrados. Hay que tener en cuenta que los cuidadores son profesionales formados para ello.

ALGUNOS ASPECTOS A EVITAR

Uno de los aspectos importantes es como llevamos al niño. Llevar al niño tan abrazado que el educador se lo “tenga que arranchar literalmente de los brazos”, va a ser negativo. Lo ideal es, si el niño ya anda, que llegue andando hasta el centro para darle la máxima naturalidad y desdramatizar el momento.

No puede ser que el niño llegue dormido a la guardería y más tarde se despierte allí. La sensación de abandono que puede experimentar al despertarse en un sitio completamente extraño estará asegurada. Se trata de una práctica erróneamente utilizada por muchos padres pensando que es lo mejor para el niño. Debemos despertarle y explicarle, por muy pequeño que sea, que vamos a ir esa mañana a la escuela infantil o guardería, que va a estar con más niños, que se lo va a pasar muy bien, etc.

¿COMO PODEMOS AYUDARLES?

TENER PACIENCIA DURANTE EL PERIODO DE ADAPTACIÓN QUE MÁS O MENOS SUELEN SER UNOS 15 DÍAS. Estaría bien, que incluso antes de comenzar le enseñéis donde va a venir, por lo que podéis planificar vuestros paseos habituales para pasar en algún momento delante de la guardería.

Despedirse de él SIEMPRE. Explicarle cuando iréis a buscarle y no lleguéis tarde por favor. Por ejemplo, después de comer vendremos a por ti o antes de la siesta. Él esperará ese momento y no debe quedarse esperando ni siquiera diez minutos.

Haz partícipe al niño de la preparación de su ropa o su mochila para el día. Hacer un hábito de su adaptación, hasta conseguir que para él, sea parte de su rutina diaria.

Compensar el tiempo perdido. Intentando disfrutar el máximo tiempo posible con el niño: jugando, yendo al parque, leyendo cuentos, bañándose con él, fomentando su autoestima, por el hecho de haber ido a la guardería. Es un buen momento para que exprese sus emociones

No dejar al niño con nadie a no ser que sea necesario. El niño ya tiene bastante con la adaptación a la guardería como para tener que lidiar con una nueva separación de sus padres.

Levantaros pronto y no vayáis corriendo. Empezar el día con prisas y agobios no es la mejor manera de adaptarse a la guardería. Si os levantáis pronto y podéis desayunar tranquilos, conversar un rato o incluso jugar un poquito, seguro que el niño acepta mejor la separación.

¿QUE FACTORES INFLUYEN EN QUE ALGUNOS NIÑOS SE ADAPTEN MEJOR QUE OTROS?

Yo creo que es importante entender la teoría del  APEGO: Su principio más importante declara que un RN necesita desarrollar una relación con al menos un cuidador principal (habitualmente los padres) para que su desarrollo social y emocional se produzca con normalidad. Si nos apoyamos en la teoría del apego. Es normal que un niño o una niña sufra cuando su familia lo deja por primera vez. Lo mejor, es que los niños luchen por estar con sus figuras de apego que en esta etapa deben ser los padres o los abuelos dependiendo de la situación de cada familia. No es adaptativo que a uno lo dejen con unos desconocidos en un lugar nuevo y con un año o dos, se quede allí tan tranquilo o tranquila sin mostrar ni un ápice de preocupación sobre si volverán a buscarlo, cuándo volverán y que no se planteen por qué mi mamá o mi papá me dejan aquí y se van.

¿Por qué hay niños y niñas que reaccionan mostrando apenas sentimientos en los períodos de adaptación? Porque ya están acostumbrados a que sus padres los dejen en lugares desconocidos con personas desconocidas o que, en cualquier caso, no son las figuras de apego.

Los niños y las niñas necesitan tener personas de referencia en todo momento para sentirse a salvo, seguros, protegidos, es una cuestión de supervivencia.

¿A quién le va a costar más sentir que la educadora es su figura de apego? ¿A una niña que tiene una buena relación con sus padres, con los que pasa mucho tiempo, realiza actividades de todo tipo, comparte su tiempo, juegan, se muestran afecto? ¿O a una niña que ve poco tiempo a sus padres, estos no comparten actividades, pasan tiempo con los abuelos, con amigos o con canguros porque sus progenitores tienen otras cosas que hacer y no pueden o no quieren dedicarle el tiempo que sí dedican los primeros?