DEJEMOS EXPRESAR LAS EMOCIONES A LOS NIÑOS

Se suele comentar que los hombres no lloran o que no es bueno que se les vea llorar. Estos días hemos visto como dos hombres adultos, cogidos de la mano, lloran porque uno de ellos “se jubila” de su trabajo habitual. Si, queridos padres: es bueno que vuestros hijos vena llorar a los adultos. Es una manera de transmitir emociones, porque las emociones forman parte de nuestra vida.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son uno de los tres niveles de respuesta humanos, junto con los pensamientos (nivel cognitivo) y las conductas o comportamientos (nivel conductual). Estas hacen referencia a un estado afectivo que experimentamos debido a la situación y al contexto en el que la persona se encuentra inmersa. Por esto es tan importante la expresión emocional a la hora de gestionar nuestras emociones. Cuando tenemos una emoción, sobre todo si es negativa, es necesario que la aceptemos y hagamos un proceso de integración emocional y de la situación que la ha causado. Una vez hayamos realizado este proceso personal, es necesario que le demos una salida a las emociones que lo requieran.

No expresar nuestras emociones puede suponer el desarrollo de algunos problemas psicológicos en los niños. Uno de los más habituales son los problemas de autoestima, ya que no expresar las emociones hace que no controlen determinadas situaciones, y evitan resolver ese tipo de emociones. De esta forma, el percibir esta dificultad, puede hacer que la autovaloración  y sus capacidades disminuyan.

Además de influir en la autoestima, la expresión emocional está directamente relacionada con la asertividad. Expresar las emociones y opiniones es parte de la asertividad y hace que sean capaces de relacionarse de una forma más adecuada con las personas del entorno. Por ello, cuando evitamos expresar algunas emociones, evitamos poner en marcha conductas asertivas de interacción social.

Por último, además de influir en la autoestima y la asertividad, la falta de expresión emocional también puede influir en la aparición de problemas como la depresión o la ansiedad.

Desde pequeñitos, nuestros hijos asisten  a una teatralización de las competiciones deportivas en donde los valores del trabajo en equipo se dejan atrás para recalcar vencedores y vencidos, fuertes y flojos. No es por testosterona, es cuestión de una educación social que estigmatiza a los que no se hacen los valientes, los héroes, los aguerridos. El lenguaje belicoso es contagioso. De hecho, visualizar determinadas sensibilidades se sigue asociando a vulnerabilidad. Y simplemente es vivir.

Por eso esta foto es tan importante: 2 hombres adultos, que con su esfuerzo han conseguido llegar a la cumbre, que han sido rivales importantes para conseguirlo, pero han forjado una amistad importante, que han aprendido el uno del otro a ser mejores y que cuando uno se va, el otro lo lamenta dejando expresar sus emociones. Todos necesitamos tocarnos para sentirnos a salvo en el instante en el que te percatas que ya no hay marcha atrás. Y lo hacemos. Claro que lo hacemos. Federer y Nadal, también. No lo pueden disimular, porque esos sentimientos no se pueden disimular. No es una masculinidad nueva. Son dos compañeros, con sus recuerdos, motivaciones y miedos, que saben que las historias se acaban. Saben lo que van a echar de menos, pero no permiten dejar escapar los afectos que se quedan para siempre.

CURA DEL OMBLIGO – POR QUÉ CAMBIAN LAS RECOMENDACIONES

Después del nacimiento, se procede al pinzamiento del cordón umbilical. De este modo, se separan las circulaciones de la madre y del recién nacido, evitándose el sangrado. El cordón es, entonces, cortado por medio de un utensilio estéril, quedando el muñón umbilical expuesto. El cordón se desprende en torno a los 7 días de vida y, hasta ese momento, atraviesa una fase de secado y momificación. En este proceso influyen la exposición al aire ambiental, la degradación mediada por células fagocíticas y la colonización por bacterias. El tejido desvitalizado del muñón constituye un medio propicio para la colonización y el crecimiento de bacterias que, finalmente, pueden desembocar en el desarrollo de una infección del ombligo.

En mis años ejerciendo de pediatra, hemos pasado por el uso de diferentes antisépticos como el alcohol de 70° y la clorhexidina al 4% en distintas formulaciones (solución alcohólica o acuosa, gel o polvo). También se han ensayado el colorante triple (combinación de 3 soluciones desinfectantes de uso frecuente en Estados Unidos), la povidona yodada y el ácido salicílico, entre otros. Así mismo, se han analizado antimicrobianos tópicos como la sulfadiazina de plata, las tetraciclinas o la neomicina.

Finalmente, se han descrito otros métodos marginales, algunos basados en arraigos culturales, como son mezclas de hierbas, sal, ceniza, leche materna o aceites de distinto origen. Estas prácticas son frecuentes en áreas geográficas como Asia y África, y algunas pueden entrañar un riesgo añadido de infección por Clostridium tetani.

COMO CURAR EL OMBLIGO

En las consultas hay muchos padres que vienen a consultar recomendaciones o consejos de otros profesionales médicos, incluyendo otros pediatras. En estas consultas damos recomendaciones que han ido evolucionando a lo largo del tiempo y que, en muchas ocasiones, son diferentes a las que se daban con los hermanos mayores. Es normal que los padres comenten “… Como cambian las cosas…”. Debéis de entender que la ciencia es un proceso dinámico y que, por lo tanto, las recomendaciones van cambiando siempre según criterios científicos. Por esta razón es fundamental preguntar a profesionales de vuestra confianza para que os explique y aclare vuestras dudas.

Desde 1998, la cura en seco ha sido la estrategia recomendada por la Organización Mundial de la Salud  para la cura del ombligo. Estas recomendaciones fueron actualizadas por última vez en 2013 y han sido refrendadas por otras organizaciones internacionales como la National Institute for Health and Care Excellence y la American Academy of Pediatrics. Sin embargo, estudios basados en encuestas en países de nuestro entorno han destacado una importante variabilidad en las recomendaciones proporcionadas a la familia respecto al cuidado del cordón. Estos análisis revelan un uso elevado de antisépticos.

CONCLUSIÓN:

Según la evidencia existente hoy en día: 

Debemos curarlo lavándolo con agua y jabón para que no se infecte. Se debe mantener limpio y seco en todo momento”.

Hasta no hace mucho, se recomendaba también el uso de algunos antisépticos, pero teniendo en cuenta los últimos estudios, se ha visto que, en la mayoría de los casos, el uso de agua y jabón sería suficiente para mantener en buen estado el cordón umbilical del recién nacido.

Y por cierto…. Nada de gasas, cinturones, monedas, esparadrapo, etc. para que no salga el ombligo para fuera. Ni aunque presente una hernia: MEJOR AL AIRE

DETECTIVE DEL SUPERMERCADO ¿CÓMO LEER ETIQUETAS DE LOS ALIMENTOS?

Según el Reglamento (UE) Nº1169/2011, la etiqueta de los alimentos que encontramos en los supermercados tiene que incluir: 

1. Etiquetado nutricional. Valor nutricional del alimento cada 100g y porcentaje relacionado con las cantidades diarias recomendadas para un adulto. 

2. Origen del producto. No es obligatorio en todos los alimentos. 

3. Tipo de aceite utilizado en la elaboración del producto. 

4. Alérgenos, destacados en la etiqueta con una tipografía diferente. 

El etiquetado debería aportar información verídica y con claridad para que el consumidor pueda escoger el producto que desee. Por eso es muy importante saber cómo leer etiquetas de los alimentos.

 

Según los valores nutricionales del producto, se encuentran los siguientes ítems: 

1. Nutrientes e ingredientes

Primordial en nuestro objetivo como detective del supermercado. Debemos fijarnos en la lista de ingredientes del producto, ya que será lo que nos ayude a valorar la calidad de este. 

 

1.1 INGREDIENTES

– Los ingredientes siempre van escritos de mayor a menor presencia en el alimento. 

– El ingrediente principal debería estar en un 70% mínimo. 

– El azúcar no debe estar entre los 3 primeros ingredientes. 

– Los nombres de los ingredientes deberían ser conocidos por el comprador, cosas que podrías tener perfectamente en tu despensa. 

– La lista no debería pasar de 5-6 ingredientes. 

1.2 CALORÍAS

Según la porción o ración que ingeriremos, sabremos el aporte energético del producto (normalmente se encuentran cada 100g) 

Será alto en calorías si lleva más de 200 Kcal/100g, por el contrario, será bajo si lleva menos de 100 Kcal/100g. 

 

1.3 GRASA

Evitar por completo las grasas trans o hidrogenadas, limitar las grasas saturadas y prestar atención al origen de las grasas vegetales: priorizar siempre consumo de aceite de oliva. 

– Alto en grasa si lleva más de 20g por cada 100g. 

– Moderado en grasa si lleva entre 5 y 20g por cada 100g. 

– Bajo en grasa si lleva menos de 5g por cada 100g. 

 

1.4 HIDRATOS DE CARBONO Y AZÚCAR 

Los “hidratos de carbono” y los “azúcares simples” no son lo mismo. 

El azúcar simple es lo que debemos controlar y vigilar. 

Hay muchos productos que llevan azúcar oculto, éste se esconde bajo nombres como son los terminados en “-osa»: glucosa, sacarosa, fructosa, dextrosa, maltosa… u otros como el jarabe de maíz, miel de caña, jugo de maíz, siropes… 

– Alto en azúcar si lleva más de 10g por cada 100g. 

– Moderado en azúcar si lleva entre 2 y 10g por cada 100g. 

– Bajo en azúcar si lleva menos de 2g por cada 100g. 

Los alimentos etiquetados con “sin azúcares añadidos” son aquellos que contienen azúcar que proviene exclusivamente del propio alimento y en su producción no se le ha añadido azúcar extra

1.5 SAL 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta máxima diaria de sal debería ser de 5 gramos de sal que equivale a 2 gramos de sodio. 

– Alto en sal si lleva más de 1gr por cada 100g o 500mg de sodio por cada 100g 

– Bajo en sal si lleva menos de 0.25g por cada 100g o 100mg de sodio por cada 100g. 

 

2. Ración de consumo 

Normalmente, las etiquetas valoran el producto nutricionalmente en función de la ración recomendada. Si se va a consumir más o menos de esta ración, los valores se deben multiplicar o dividir. 

 

3. Porcentaje de ingesta media 

Se basa en la referencia del consumo de un adulto (unos 70Kg) y hace referencia al aporte de un alimento en una dieta total diaria. 

 

Consejos para hacer una compra saludable: 

1. Aprender a leer etiquetas: calidad del producto antes que contar kcal. 

2. Comprar buenos  procesados: diferenciarlos y evitar los ultraprocesados. 

3. Crear una buena despensa: primordial para cuando no tengamos productos frescos y de temporada. 

4. Planificar la compra: no ir con hambre al supermercado. 

5. Diseñar un menú e ir con lista de compra: evitaremos comprar de más y con un menú planificado seremos conscientes de la frecuencia de consumo de los alimentos presentes.

LACTANCIA CON ÉXITO: LACTANCIA A DEMANDA O LACTANCIA A OFERTA

Una de las cuestiones que más dudas genera en las madres es si se debe de despertar a los niños y/o cada cuanto tiempo se ha de ofrecer la lactancia materna a los niños. Desde hace muchos años se recomienda que la LACTANCIA MATERNA SEA A DEMANDA. Esto es así, excepto en las primeras semanas. En concreto hasta que recupere el peso del nacimiento, que suele tener lugar hacia los 15 días. Hasta este momento la LACTANCIA MATERNA ES A OFERTA Cada 2-3 horas (en realizada, todo lo que esté comprendido entre 2 y 4 horas es normal). 

Esta dinámica también se debe de aplicar a los niños alimentados con Biberón.

Una vez instaurada la LACTANCIA materna: SIEMPRE A DEMANDA. Ya que cuanto más succión, más producción.

¿Y tenemos que despertarlo para comer?

Durante los primeros días, sí deberemos de despertar al bebe para comer, porque si no, existe riesgo de hipoglucemia y deshidratación. Es el período de LM a Oferta. Durante este período es importante valorar la ganancia ponderal, ya que durante los primeros días pueden llegar a perder hasta un 10% del peso, el cual se recupera sobre las 2 semanas tras el nacimiento. Una vez llegado este momento, no hace falta despertarlo. Simplemente, el niño alargará las tomas. 

Solamente será necesario despertarlo en los siguientes casos: 

  • Bebés muy adormilados que no reclaman comer.
  • El bebé sale del hospital con una pérdida de peso superior al 10% de su peso de nacimiento.
  • No gana peso tras 5 días.
  • Pasados 15 días no ha recuperado su peso de nacimiento.
  • Hay dificultades con la lactancia y el agarre al pecho.
  • Bebés prematuros (con mayor riesgo de desarrollar hipoglucemia), con bajo peso al nacimiento o CIR.
  • Hijos de madres diabéticas.
  • Bebés con enfermedades que predispongan a hipoglucemia.
  • Bebés con peso elevado (microsomas). Necesitan alimentarse más a menudo para evitar la hipoglucemia.

¿Cada cuanto hay que despertarlo?

En este caso no hay una respuesta única, ya que cada niño es diferente. En líneas generales, despertarlo con una franja comprendida entre 2-4 horas es completamente normal.  Pensar además que es un momento en el que podemos practicar el contacto piel con piel. Ya sabéis que el contacto piel con piel tiene múltiples ventajas:

  • Establecer un vínculo importante con los padres (Yo siempre digo: “Es vuestro momento y solo vuestro”).
  • Regula la temperatura
  • Reduce los niveles de stress tanto de la madre como del bebé
  • Refuerza el sistema inmunitario al ponerse en contacto con los gérmenes que tenemos en la piel. 
  • Con el contacto piel con piel, tanto bebé como adulto comenzarán a segregar oxitocina, responsable de hacernos sentir bien y llenarnos de afecto propiciando que estas situaciones se repitan y aumentando las señales de cariño hacia el niño o niña. Y cuanto más amor reciba un bebé, mejor será su desarrollo emocional.
  • Previene la depresión posparto

 Así que ya sabes, si tu bebé ha recuperado el peso del nacimiento, gana peso correctamente y la lactancia está establecida, no será necesario despertarlo para comer. 

Autor: José A. Bilbao