CURA DEL OMBLIGO – POR QUÉ CAMBIAN LAS RECOMENDACIONES

Después del nacimiento, se procede al pinzamiento del cordón umbilical. De este modo, se separan las circulaciones de la madre y del recién nacido, evitándose el sangrado. El cordón es, entonces, cortado por medio de un utensilio estéril, quedando el muñón umbilical expuesto. El cordón se desprende en torno a los 7 días de vida y, hasta ese momento, atraviesa una fase de secado y momificación. En este proceso influyen la exposición al aire ambiental, la degradación mediada por células fagocíticas y la colonización por bacterias. El tejido desvitalizado del muñón constituye un medio propicio para la colonización y el crecimiento de bacterias que, finalmente, pueden desembocar en el desarrollo de una infección del ombligo.

En mis años ejerciendo de pediatra, hemos pasado por el uso de diferentes antisépticos como el alcohol de 70° y la clorhexidina al 4% en distintas formulaciones (solución alcohólica o acuosa, gel o polvo). También se han ensayado el colorante triple (combinación de 3 soluciones desinfectantes de uso frecuente en Estados Unidos), la povidona yodada y el ácido salicílico, entre otros. Así mismo, se han analizado antimicrobianos tópicos como la sulfadiazina de plata, las tetraciclinas o la neomicina.

Finalmente, se han descrito otros métodos marginales, algunos basados en arraigos culturales, como son mezclas de hierbas, sal, ceniza, leche materna o aceites de distinto origen. Estas prácticas son frecuentes en áreas geográficas como Asia y África, y algunas pueden entrañar un riesgo añadido de infección por Clostridium tetani.

COMO CURAR EL OMBLIGO

En las consultas hay muchos padres que vienen a consultar recomendaciones o consejos de otros profesionales médicos, incluyendo otros pediatras. En estas consultas damos recomendaciones que han ido evolucionando a lo largo del tiempo y que, en muchas ocasiones, son diferentes a las que se daban con los hermanos mayores. Es normal que los padres comenten “… Como cambian las cosas…”. Debéis de entender que la ciencia es un proceso dinámico y que, por lo tanto, las recomendaciones van cambiando siempre según criterios científicos. Por esta razón es fundamental preguntar a profesionales de vuestra confianza para que os explique y aclare vuestras dudas.

Desde 1998, la cura en seco ha sido la estrategia recomendada por la Organización Mundial de la Salud  para la cura del ombligo. Estas recomendaciones fueron actualizadas por última vez en 2013 y han sido refrendadas por otras organizaciones internacionales como la National Institute for Health and Care Excellence y la American Academy of Pediatrics. Sin embargo, estudios basados en encuestas en países de nuestro entorno han destacado una importante variabilidad en las recomendaciones proporcionadas a la familia respecto al cuidado del cordón. Estos análisis revelan un uso elevado de antisépticos.

CONCLUSIÓN:

Según la evidencia existente hoy en día: 

Debemos curarlo lavándolo con agua y jabón para que no se infecte. Se debe mantener limpio y seco en todo momento”.

Hasta no hace mucho, se recomendaba también el uso de algunos antisépticos, pero teniendo en cuenta los últimos estudios, se ha visto que, en la mayoría de los casos, el uso de agua y jabón sería suficiente para mantener en buen estado el cordón umbilical del recién nacido.

Y por cierto…. Nada de gasas, cinturones, monedas, esparadrapo, etc. para que no salga el ombligo para fuera. Ni aunque presente una hernia: MEJOR AL AIRE