¡Tiene 2 años y ya tiene caries!

Es conocido por todos los pediatras, que cada vez detectamos caries dentales a edades más tempranas, y… ¡Sí!, incluso con sólo 2 años de edad.

La acción de la placa bacteriana ya inicia con la erupción de los primeros dientes del lactante: Se conoce como caries del biberón.

¿Y por qué tan pronto?

Se relaciona con la ingesta frecuente de azúcares, sobre todo por el hábito de dormir con el biberón en la boca, o seguir usando el biberón después del año de vida. También se produce, en menor grado, con lactancia materna, por lo mismo, dormir con el pecho en la boca.

El daño en los dientes se produce entre los 6 meses y los 5 años de edad.

¿Y en los niños mayores por qué se produce la caries?

Depende de la presencia de bacterias en la boca productora de ácidos, susceptibilidad o anomalías del esmalte de cada niño, ingesta de hidratos de carbono (chucherías, bollería, bebidas azucaradas, zumos…) y de la calidad del cepillado de los dientes.

¿Cómo sé si tiene caries?

La caries no se detecta tan solo por dientes rotos con zonas muy oscuras… esto lo vemos en fases ya muy avanzadas.

Debéis prestar atención si un diente se vuelve más opaco, blanco pero sin brillo. O bien si aparece una mancha marrón o negra.

¿Qué podéis hacer para evitar caries?

En primer lugar, intentar retirar biberón a partir del año de vida.

En segundo lugar, no alimentar a los lactantes mientras duermen.

En tercer lugar, evitar sustancias azucaradas, sobre todo bebidas azucaradas, zumos… en biberón.

Por último, lavar los dientes después de cada ingesta, pero sobre todo hacerlo muy bien en el cepillado de la noche. Recordad, ¡siempre cepillados de 2 minutos de duración! Y utilizad pasta con flúor 1000 ppm hasta los 6 años y 1450 ppm a partir de los 6 años.

Es recomendable enseñar a utilizar seda dental, muchas veces se inicia caries entre los dientes por restos de comida que el cepillado sin seda no consigue limpiar bien.

¿Qué cantidad de pasta dental usar?

– Desde la erupción del primer diente a los 3 años: tamaño de un granito de arroz

– De 3 a 6 años: tamaño de un guisante.

– A partir de 6 años: tamaño de un guisante, pero pasta con 1450 ppm de flúor.

Para acabar:

Un dentrítico con menos de 1000 ppm de flúor no previene caries. Y tened en cuenta que si aparece caries en un diente de leche, SÍ requiere valoración por un odontólogo, ya que puede avanzar, profundizar y afectar el diente definitivo, nervio…

De hecho, se recomienda primera revisión dental en cuanto salen los primeros dientes, alrededor del primer año de vida.

¿POR QUÉ INSISTIMOS TANTO LOS PEDIATRAS EN LOS LAVADOS NASALES?

Habréis oído hablar que el suero fisiológico es el «pañuelo» de los niños. Pues bien, es pañuelo de bebés, niños y adultos.

¿Qué pretendemos con los lavados nasales?
Nuestro objetivo es eliminar mucosidad, pero también suciedad y alergenos de las fosas nasales y orofaringe.

¿Cuántas veces al día debemos hacerlos? A demanda, tantas veces como obstruida, notemos su nariz y garganta, para que el niño pueda respirar y comer mejor.
Sin embargo, no es igual de recomendable la aspiración de secreciones, puede

resecar las mucosas, por lo que se recomienda máximo una vez al día, o solo cuando se ve la mucosidad espesa en narina.
Se recomienda cuando tienen abundante mucosidad, realizar lavados nasales antes de cada ingesta y antes de ir a dormir.

¿Qué cantidad de suero poner?
De acuerdo con la mucosidad, pero en general:

  • 2ml en lactantes menores de 3 meses.
  • 5ml a 10ml en lactantes de 3 a 12 meses.
  • 10ml en mayores de 12 meses, pudiendo repetir.

¿Con qué dispositivo es mejor hacer los lavados nasales?
Sobre todo lo principal es usar un único dispositivo para cada paciente, para evitar posibles contagios. Se puede utilizar una perita, jeringuilla,…

¿Cómo hacer los lavados?
En lactantes pequeños es más fácil tumbados, boca arriba o boca abajo, ponemos la cabeza de lado y ponemos el suero por el orificio superior ( se puede tapar el orificio inferior para mejorar la limpieza de orofaringe). Empleamos presión constante y dejamos un ratito la cabeza de lado para evitar se atragante. Repetimos hacia el otro lado.

En lactantes a partir de un año se puede hacer igual o incorporado, lateralizando levemente la cabeza hacia un lado y poniendo el suero por el orificio que queda más arriba.

A veces veréis que expulsen la mucosidad por la nariz, otras veces por la boca, y otras simplemente se lo tragarán y posteriormente veremos sus deposiciones más mucosas.

En niños mayores se realiza de igual modo, incorporados con cabeza ligeramente lateralizada, pero pueden y deben acostumbrarse a hacerlo ellos mismos. También debemos enseñarles a mocarse en cuanto sea posible, de hecho después del lavado deben inspirar profundamente y posteriormente mocarse para evitar posibles efectos adversos sobre el oído, de este modo igualamos la presión.

En conclusión, sí, los pediatras podemos resultar pesados con los lavados nasales, pero así aseguramos la permeabilidad de la vía aérea superior y mantener la ventilación, no solo en catarros, sino también en bronquiolitis y bronquitis. Además, al reducir las secreciones también contribuiremos a reducir complicaciones como otitis.

Recordad: el suero fisiológico es el «pañuelo» de los niños.

EL SUEÑO INFANTIL (I) – Tu hijo se despierta por la noche: es normal

Tu hijo se despierta por la noche: es normal

QUE PASA CON EL SUEÑO INFANTIL

Los niños tienen un patrón de sueño diferente al de los adultos. Todos se despertarán en 3-4 ocasiones, por lo menos hasta los 6 meses, ya que necesitan comer. Después de esta edad van a ir cambiando las rutinas nocturnas, hasta llegar a dormir de un tirón algunas noches. De todas formas, pensar que hasta los 5-6 años los niños no comienzan a dormir como un adulto. Esto quiere decir que, durante estos primeros años, vuestro hijo se desertará por diferentes motivos y no podrá dormirse solo, por lo que reclamará vuestra presencia

Todos, niños y adultos, tenemos microdespertares a lo largo de la noche, pero los adultos APRENDEMOS a volver a dormirnos solos al momento. A los niños, a veces, les cuesta, y es cuando lloran o nos llaman.

  • EDAD
  • TIEMPO DE SUEÑO
  • De 4 a 12 meses
  • de 12 a 16 horas (incluyendo las siestas)
  • De 1 a 2 años,
  • de 11 a 14 horas (incluyendo las siestas)
  • De 3 a 5 años,
  • de 10 a 13 horas (incluyendo las siestas)
  • De 6 a 12 años
  • de 9 y 12 horas
  • De 13 a 18 años
  • de 8 a 10 horas

Además, hay que tener en cuenta que los ciclos de sueño de los bebés son diferentes de los adultos. Ellos tienen solo dos fases de sueño, sueño REM y sueño No REM y cada fase dura unos 90 minutos. Durante el sueño REM pueden despertar con facilidad, por eso hay bebés que se despiertan con cualquier movimiento o ruido. A medida que crecen, sus fases de su sueño van evolucionando y aparecen dos más, por lo que su sueño se parece más al de un adulto y pueden dormir más horas seguidas.

Otras causas de despertares son la ansiedad por la separación que surge a los 8 meses, la fase del pequeño adolescente a los 2 años, hiperexcitación antes de irse a la cama, miedo, dolor y enfermedad o cansancio excesivo.

Esta es una fase normal por la que pasan todos los niños y ante la que lo único que se puede hacer es tener paciencia. No obstante, también es FUNDAMENTAL crear en el niño unos buenos hábitos de sueño que le ayuden a aprender a dormirse, para que así la mayoría de las veces que se despierte no necesite vuestra presencia.

POR QUÉ SE DESPIERTA UN NIÑO POR LA NOCHE

Como veis, los despertares nocturnos son frecuentes en el niño. Pero cuándo esos despertares se convierten en un problema, casi siempre es porque no se ha establecido una buena rutina del sueño.

Para que un niño adquiera un buen hábito de sueño necesita una rutina: por ejemplo, baño, cena, dientes, cuentos, cuna y dormir. En esa rutina la clave es lo que hace en el momento de quedarse dormido. Es normal que un niño de un año tenga unos 4-5 despertares por la noche, pero suelen ser superficiales, y muchas veces se vuelve a dormir enseguida. Pero si en el momento de quedarse dormido al principio de la noche, lo hace mientras está al brazo, o moviéndolo en el carrito, o viendo la TV, puede que necesite recrear ese momento de transición al sueño para volverse a dormirse.

¿Y SI SE DESPIERTA Y PIDE EL PECHO?

Muchos bebés acostumbran a quedarse dormidos durante la toma del final del día. Cuando el niño se despierta por la noche, tiene que repetir ese ritual para volverse a quedar dormido, porque no sabe hacerlo de otra manera. Y otras veces simplemente necesita el contacto materno para dormirse. Y Eso No es malo o bueno. De lo que se trata es de si los padres lo aceptan y de si consigue dormir medianamente bien.

Con lactancia materna exclusiva, HASTA LOS 6 MESES NO HAY QUE HACER NADA. El bebé toma cuando quiere, de día, de noche, y no hay problema en que se quede dormido al pecho.

ANTES DE LOS 10-12 MESES DE EDAD TAMPOCO SE DEBE DE HACER NADA en general. No suele ser necesario. Pero esto depende mucho de cómo es la familia, el niño, las circunstancias, y dado que este es un tema muy personal de la madre (y el padre), hay que valorar en cada caso cuando hacer o no hacer algo.

Para cambiar estos hábitos del sueño, se pueden hacer algunas cosas:

  • Separar comer de dormir. Intentar que no se quede dormido tomando el pecho. Sí es necesario adelantar un poco la hora de la cena.
  • Enséñale a dormirse por sí mismo (que no es lo mismo que dormirse solo).
  • Si se despierte por la noche y «pide» hay dos opciones (y a cada niño le puede funcionar mejor una que otra). Una es darle un poco el pecho, pero manteniéndolo despierto, y luego enseñarle a dormir solo. La otra opción es directamente intentar enseñarle esa rutina para dormirse solo.

Y ESTE INVIERNO NO OLVIDEMOS EL COVID Y EL VRS

Por fin, parece ser que vamos a tener un invierno “normal” para nuestros hijos. Vuelven a acompañarnos las fiebres, toses, mocos, diarreas, etc. hasta el verano, así que como veis volvemos a la “normalidad”. Pero hemos de admitir que esta normalidad no es tal.

Todos los años los pediatras podíamos conocer aproximadamente el calendario de virus invernales, pero tras la epidemia de COVID, todo esto se ha alterado notablemente y ahora vamos de sorpresa en sorpresa

Por ejemplo, la gripe o el virus respiratorio sincitial (VRS) se han adelantado. El VRS suele darse en noviembre-diciembre, previo a la epidemia de la gripe (que suele alcanzar su máximo en diciembre-enero, pero este año están circulando todos los virus a la vez, hay casos de VRS y muchísimos casos de gripe A, así como bastantes cuadros gastrointestinales y muchos cuadros de vómitos.

Según el último informe del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda del Instituto de Salud Carlos III y la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, correspondiente a la semana 39 (del 26 de septiembre al 2 de octubre), persistía el aumento en la incidencia de gripe en Atención Primaria, principalmente en menores de 15 años, y había aumentado la circulación de VRS. Y no sabemos lo que va a pasar: Puede que este adelantamiento, también acabe pronto o, todo lo contrario, que se alargue más.

La impresión general es que nos vamos a encontrar con más procesos respiratorios que otros años, los cuales no tienen por qué ser más graves.

Hay que tener en cuenta que este año se han relajado las medidas de protección, -hemos quitado la mascarilla- y tanto niños como adultos no hemos estado expuestos a otros virus, por lo que no existe la inmunidad de grupo que puedan generar.

LOS BEBES SON LOS MÁS EXPUESTOS A ESTAS INFECCIONES

Los bebés y los más pequeños, muchos de ellos, no han estado nunca en contacto con ninguno de estos virus: ni expuestos, ni han recibido anticuerpos a través de la leche materna. Eso unido a que su sistema inmunitario es más inmaduro, lleva a esa explosión vírica que tenemos este año.

¿Y QUÉ PASA CON EL COVID?

La Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas en inglés) confirma lo que los expertos llevan días alertando: la aparición de una nueva ola de contagios “en las próximas semanas” debido a las nuevas subvariantes del virus, BQ1, BQ2 Y BA.5

la subvariante BQ1 fue detectada la semana pasada en al menos cinco países de la Unión Europea y del Espacio Económico Europeo, se convertirá en la variante dominante entre mediados de noviembre y principios de diciembre.

En este momento no Se sabe si la BQ1 será más transmisible o causará una enfermedad más grave, pero lo que ya se sabe es que tiene una habilidad mayor de escapar de la inmunidad que ofrece la vacunación, incluida la infección natural con ómicron.

Y EL VRS?

El VRS es un virus respiratorio que provoca síntomas similares al Covid y la gripe (estornudos, tos, dolor de garganta, fiebre), pero que en los niños pequeños (menores de dos años) produce la temida bronquiolitis, una infección respiratoria en la que se obstruyen las vías bronquiales pequeñas. Cuanto más pequeño es un niño, más grave puede ser la evolución de la enfermedad (por ejemplo, los menores de 3 meses).

Afecta más gravemente a los niños y a las personas mayores. En la pandemia se han hecho muchas PCR a adultos, sobre todo personas mayores, que tenían neumonías o problemas respiratorios moderados a graves, con disnea, y eran positivos al VRS. Por lo tanto, hay que tenerlo en cuenta a la hora de que, en plena época de VRS, se relacionen los niños con sus abuelos y otras personas con factores de riesgo. Por eso la importancia de la mascarilla, que se nos está olvidando a todos

DEJEMOS EXPRESAR LAS EMOCIONES A LOS NIÑOS

Se suele comentar que los hombres no lloran o que no es bueno que se les vea llorar. Estos días hemos visto como dos hombres adultos, cogidos de la mano, lloran porque uno de ellos “se jubila” de su trabajo habitual. Si, queridos padres: es bueno que vuestros hijos vena llorar a los adultos. Es una manera de transmitir emociones, porque las emociones forman parte de nuestra vida.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son uno de los tres niveles de respuesta humanos, junto con los pensamientos (nivel cognitivo) y las conductas o comportamientos (nivel conductual). Estas hacen referencia a un estado afectivo que experimentamos debido a la situación y al contexto en el que la persona se encuentra inmersa. Por esto es tan importante la expresión emocional a la hora de gestionar nuestras emociones. Cuando tenemos una emoción, sobre todo si es negativa, es necesario que la aceptemos y hagamos un proceso de integración emocional y de la situación que la ha causado. Una vez hayamos realizado este proceso personal, es necesario que le demos una salida a las emociones que lo requieran.

No expresar nuestras emociones puede suponer el desarrollo de algunos problemas psicológicos en los niños. Uno de los más habituales son los problemas de autoestima, ya que no expresar las emociones hace que no controlen determinadas situaciones, y evitan resolver ese tipo de emociones. De esta forma, el percibir esta dificultad, puede hacer que la autovaloración  y sus capacidades disminuyan.

Además de influir en la autoestima, la expresión emocional está directamente relacionada con la asertividad. Expresar las emociones y opiniones es parte de la asertividad y hace que sean capaces de relacionarse de una forma más adecuada con las personas del entorno. Por ello, cuando evitamos expresar algunas emociones, evitamos poner en marcha conductas asertivas de interacción social.

Por último, además de influir en la autoestima y la asertividad, la falta de expresión emocional también puede influir en la aparición de problemas como la depresión o la ansiedad.

Desde pequeñitos, nuestros hijos asisten  a una teatralización de las competiciones deportivas en donde los valores del trabajo en equipo se dejan atrás para recalcar vencedores y vencidos, fuertes y flojos. No es por testosterona, es cuestión de una educación social que estigmatiza a los que no se hacen los valientes, los héroes, los aguerridos. El lenguaje belicoso es contagioso. De hecho, visualizar determinadas sensibilidades se sigue asociando a vulnerabilidad. Y simplemente es vivir.

Por eso esta foto es tan importante: 2 hombres adultos, que con su esfuerzo han conseguido llegar a la cumbre, que han sido rivales importantes para conseguirlo, pero han forjado una amistad importante, que han aprendido el uno del otro a ser mejores y que cuando uno se va, el otro lo lamenta dejando expresar sus emociones. Todos necesitamos tocarnos para sentirnos a salvo en el instante en el que te percatas que ya no hay marcha atrás. Y lo hacemos. Claro que lo hacemos. Federer y Nadal, también. No lo pueden disimular, porque esos sentimientos no se pueden disimular. No es una masculinidad nueva. Son dos compañeros, con sus recuerdos, motivaciones y miedos, que saben que las historias se acaban. Saben lo que van a echar de menos, pero no permiten dejar escapar los afectos que se quedan para siempre.

CURA DEL OMBLIGO – POR QUÉ CAMBIAN LAS RECOMENDACIONES

Después del nacimiento, se procede al pinzamiento del cordón umbilical. De este modo, se separan las circulaciones de la madre y del recién nacido, evitándose el sangrado. El cordón es, entonces, cortado por medio de un utensilio estéril, quedando el muñón umbilical expuesto. El cordón se desprende en torno a los 7 días de vida y, hasta ese momento, atraviesa una fase de secado y momificación. En este proceso influyen la exposición al aire ambiental, la degradación mediada por células fagocíticas y la colonización por bacterias. El tejido desvitalizado del muñón constituye un medio propicio para la colonización y el crecimiento de bacterias que, finalmente, pueden desembocar en el desarrollo de una infección del ombligo.

En mis años ejerciendo de pediatra, hemos pasado por el uso de diferentes antisépticos como el alcohol de 70° y la clorhexidina al 4% en distintas formulaciones (solución alcohólica o acuosa, gel o polvo). También se han ensayado el colorante triple (combinación de 3 soluciones desinfectantes de uso frecuente en Estados Unidos), la povidona yodada y el ácido salicílico, entre otros. Así mismo, se han analizado antimicrobianos tópicos como la sulfadiazina de plata, las tetraciclinas o la neomicina.

Finalmente, se han descrito otros métodos marginales, algunos basados en arraigos culturales, como son mezclas de hierbas, sal, ceniza, leche materna o aceites de distinto origen. Estas prácticas son frecuentes en áreas geográficas como Asia y África, y algunas pueden entrañar un riesgo añadido de infección por Clostridium tetani.

COMO CURAR EL OMBLIGO

En las consultas hay muchos padres que vienen a consultar recomendaciones o consejos de otros profesionales médicos, incluyendo otros pediatras. En estas consultas damos recomendaciones que han ido evolucionando a lo largo del tiempo y que, en muchas ocasiones, son diferentes a las que se daban con los hermanos mayores. Es normal que los padres comenten “… Como cambian las cosas…”. Debéis de entender que la ciencia es un proceso dinámico y que, por lo tanto, las recomendaciones van cambiando siempre según criterios científicos. Por esta razón es fundamental preguntar a profesionales de vuestra confianza para que os explique y aclare vuestras dudas.

Desde 1998, la cura en seco ha sido la estrategia recomendada por la Organización Mundial de la Salud  para la cura del ombligo. Estas recomendaciones fueron actualizadas por última vez en 2013 y han sido refrendadas por otras organizaciones internacionales como la National Institute for Health and Care Excellence y la American Academy of Pediatrics. Sin embargo, estudios basados en encuestas en países de nuestro entorno han destacado una importante variabilidad en las recomendaciones proporcionadas a la familia respecto al cuidado del cordón. Estos análisis revelan un uso elevado de antisépticos.

CONCLUSIÓN:

Según la evidencia existente hoy en día: 

Debemos curarlo lavándolo con agua y jabón para que no se infecte. Se debe mantener limpio y seco en todo momento”.

Hasta no hace mucho, se recomendaba también el uso de algunos antisépticos, pero teniendo en cuenta los últimos estudios, se ha visto que, en la mayoría de los casos, el uso de agua y jabón sería suficiente para mantener en buen estado el cordón umbilical del recién nacido.

Y por cierto…. Nada de gasas, cinturones, monedas, esparadrapo, etc. para que no salga el ombligo para fuera. Ni aunque presente una hernia: MEJOR AL AIRE

DETECTIVE DEL SUPERMERCADO ¿CÓMO LEER ETIQUETAS DE LOS ALIMENTOS?

Según el Reglamento (UE) Nº1169/2011, la etiqueta de los alimentos que encontramos en los supermercados tiene que incluir: 

1. Etiquetado nutricional. Valor nutricional del alimento cada 100g y porcentaje relacionado con las cantidades diarias recomendadas para un adulto. 

2. Origen del producto. No es obligatorio en todos los alimentos. 

3. Tipo de aceite utilizado en la elaboración del producto. 

4. Alérgenos, destacados en la etiqueta con una tipografía diferente. 

El etiquetado debería aportar información verídica y con claridad para que el consumidor pueda escoger el producto que desee. Por eso es muy importante saber cómo leer etiquetas de los alimentos.

 

Según los valores nutricionales del producto, se encuentran los siguientes ítems: 

1. Nutrientes e ingredientes

Primordial en nuestro objetivo como detective del supermercado. Debemos fijarnos en la lista de ingredientes del producto, ya que será lo que nos ayude a valorar la calidad de este. 

 

1.1 INGREDIENTES

– Los ingredientes siempre van escritos de mayor a menor presencia en el alimento. 

– El ingrediente principal debería estar en un 70% mínimo. 

– El azúcar no debe estar entre los 3 primeros ingredientes. 

– Los nombres de los ingredientes deberían ser conocidos por el comprador, cosas que podrías tener perfectamente en tu despensa. 

– La lista no debería pasar de 5-6 ingredientes. 

1.2 CALORÍAS

Según la porción o ración que ingeriremos, sabremos el aporte energético del producto (normalmente se encuentran cada 100g) 

Será alto en calorías si lleva más de 200 Kcal/100g, por el contrario, será bajo si lleva menos de 100 Kcal/100g. 

 

1.3 GRASA

Evitar por completo las grasas trans o hidrogenadas, limitar las grasas saturadas y prestar atención al origen de las grasas vegetales: priorizar siempre consumo de aceite de oliva. 

– Alto en grasa si lleva más de 20g por cada 100g. 

– Moderado en grasa si lleva entre 5 y 20g por cada 100g. 

– Bajo en grasa si lleva menos de 5g por cada 100g. 

 

1.4 HIDRATOS DE CARBONO Y AZÚCAR 

Los “hidratos de carbono” y los “azúcares simples” no son lo mismo. 

El azúcar simple es lo que debemos controlar y vigilar. 

Hay muchos productos que llevan azúcar oculto, éste se esconde bajo nombres como son los terminados en “-osa»: glucosa, sacarosa, fructosa, dextrosa, maltosa… u otros como el jarabe de maíz, miel de caña, jugo de maíz, siropes… 

– Alto en azúcar si lleva más de 10g por cada 100g. 

– Moderado en azúcar si lleva entre 2 y 10g por cada 100g. 

– Bajo en azúcar si lleva menos de 2g por cada 100g. 

Los alimentos etiquetados con “sin azúcares añadidos” son aquellos que contienen azúcar que proviene exclusivamente del propio alimento y en su producción no se le ha añadido azúcar extra

1.5 SAL 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ingesta máxima diaria de sal debería ser de 5 gramos de sal que equivale a 2 gramos de sodio. 

– Alto en sal si lleva más de 1gr por cada 100g o 500mg de sodio por cada 100g 

– Bajo en sal si lleva menos de 0.25g por cada 100g o 100mg de sodio por cada 100g. 

 

2. Ración de consumo 

Normalmente, las etiquetas valoran el producto nutricionalmente en función de la ración recomendada. Si se va a consumir más o menos de esta ración, los valores se deben multiplicar o dividir. 

 

3. Porcentaje de ingesta media 

Se basa en la referencia del consumo de un adulto (unos 70Kg) y hace referencia al aporte de un alimento en una dieta total diaria. 

 

Consejos para hacer una compra saludable: 

1. Aprender a leer etiquetas: calidad del producto antes que contar kcal. 

2. Comprar buenos  procesados: diferenciarlos y evitar los ultraprocesados. 

3. Crear una buena despensa: primordial para cuando no tengamos productos frescos y de temporada. 

4. Planificar la compra: no ir con hambre al supermercado. 

5. Diseñar un menú e ir con lista de compra: evitaremos comprar de más y con un menú planificado seremos conscientes de la frecuencia de consumo de los alimentos presentes.

LACTANCIA CON ÉXITO: LACTANCIA A DEMANDA O LACTANCIA A OFERTA

Una de las cuestiones que más dudas genera en las madres es si se debe de despertar a los niños y/o cada cuanto tiempo se ha de ofrecer la lactancia materna a los niños. Desde hace muchos años se recomienda que la LACTANCIA MATERNA SEA A DEMANDA. Esto es así, excepto en las primeras semanas. En concreto hasta que recupere el peso del nacimiento, que suele tener lugar hacia los 15 días. Hasta este momento la LACTANCIA MATERNA ES A OFERTA Cada 2-3 horas (en realizada, todo lo que esté comprendido entre 2 y 4 horas es normal). 

Esta dinámica también se debe de aplicar a los niños alimentados con Biberón.

Una vez instaurada la LACTANCIA materna: SIEMPRE A DEMANDA. Ya que cuanto más succión, más producción.

¿Y tenemos que despertarlo para comer?

Durante los primeros días, sí deberemos de despertar al bebe para comer, porque si no, existe riesgo de hipoglucemia y deshidratación. Es el período de LM a Oferta. Durante este período es importante valorar la ganancia ponderal, ya que durante los primeros días pueden llegar a perder hasta un 10% del peso, el cual se recupera sobre las 2 semanas tras el nacimiento. Una vez llegado este momento, no hace falta despertarlo. Simplemente, el niño alargará las tomas. 

Solamente será necesario despertarlo en los siguientes casos: 

  • Bebés muy adormilados que no reclaman comer.
  • El bebé sale del hospital con una pérdida de peso superior al 10% de su peso de nacimiento.
  • No gana peso tras 5 días.
  • Pasados 15 días no ha recuperado su peso de nacimiento.
  • Hay dificultades con la lactancia y el agarre al pecho.
  • Bebés prematuros (con mayor riesgo de desarrollar hipoglucemia), con bajo peso al nacimiento o CIR.
  • Hijos de madres diabéticas.
  • Bebés con enfermedades que predispongan a hipoglucemia.
  • Bebés con peso elevado (microsomas). Necesitan alimentarse más a menudo para evitar la hipoglucemia.

¿Cada cuanto hay que despertarlo?

En este caso no hay una respuesta única, ya que cada niño es diferente. En líneas generales, despertarlo con una franja comprendida entre 2-4 horas es completamente normal.  Pensar además que es un momento en el que podemos practicar el contacto piel con piel. Ya sabéis que el contacto piel con piel tiene múltiples ventajas:

  • Establecer un vínculo importante con los padres (Yo siempre digo: “Es vuestro momento y solo vuestro”).
  • Regula la temperatura
  • Reduce los niveles de stress tanto de la madre como del bebé
  • Refuerza el sistema inmunitario al ponerse en contacto con los gérmenes que tenemos en la piel. 
  • Con el contacto piel con piel, tanto bebé como adulto comenzarán a segregar oxitocina, responsable de hacernos sentir bien y llenarnos de afecto propiciando que estas situaciones se repitan y aumentando las señales de cariño hacia el niño o niña. Y cuanto más amor reciba un bebé, mejor será su desarrollo emocional.
  • Previene la depresión posparto

 Así que ya sabes, si tu bebé ha recuperado el peso del nacimiento, gana peso correctamente y la lactancia está establecida, no será necesario despertarlo para comer. 

Autor: José A. Bilbao

 

PETARDOS Y NIÑOS

Llega la verbena de Sant Joan y ya desde los días previos se comienza a escuchar multitud de petardos por las calles. He de reconocer que a mí no me gustan. He visto bastantes destrozos en las manos, cara, piernas y dedos por este artilugio y, reconozco que no son de mí agrado. Muchos dirán que no pasa nada, si se utilizan bien…. Y yo les digo: como todo en este mundo, pero valorar los riesgos.

Pero y de cara a los niños: ¿Por qué pueden ser peligrosos los fuegos artificiales para los niños?

Las estimaciones a partir de la información recogida de la European Injury Database (IDB) de la UE 28, indican que, cada año, aproximadamente 2.900 niños de entre 0 y 14 años sufren lesiones relacionadas con fuegos artificiales, lo suficientemente graves como para necesitar asistencia sanitaria de urgencias. Por ejemplo, en UK, Durante los cinco últimos años en el Reino Unido, más de 350 niños en edad preescolar, algunos de tan solo un año de edad, han recibido asistencia sanitaria al sufrir lesiones por dispositivos pirotécnicos. Más de la mitad de las lesiones anuales relacionadas con dispositivos pirotécnicos son de niños.

Clasificación de fuegos artificiales

La Comisión Europea estableció un sistema de clasificación de fuegos artificiales para que los fabricantes facilitaran información e instrucciones más claras:

  • Categoría F1: Edad mínima de 12 años- fuegos artificiales que apenas presentan riesgos y son casi inaudibles. Están diseñados para ser utilizados en zonas cerradas y comprende los elementos pirotécnicos para uso doméstico. 
  • Categoría F2: Edad mínima de 16 años- fuegos artificiales poco peligrosos y cuyo nivel sonoro es bajo. Destinados a ser usados al aire libre en espacios cerrados.
  • Categoría F3: Edad mínima de 18 años – fuegos artificiales con un nivel de peligrosidad medio y un nivel sonoro no perjudicial para la salud. Su uso queda restringido a zonas abiertas al aire libre. 
  • Categoría F4: Edad mínima de 18 años – fuegos artificiales de riesgo alto y que solo pueden ser utilizados por especialistas.

Cómo utilizar fuegos artificiales de manera segura 

Asegúrese de seguir las siguientes recomendaciones al utilizar fuegos artificiales:

  • Nunca dejar a los niños encender la mecha o jugar con fuegos artificiales. 
  • Establecer un perímetro de seguridad, con una cuerda, por ejemplo, desde donde los niños puedan ver los fuegos de manera segura. 
  • No dejar que los niños menores de cinco años utilicen bengalas. Tener en cuenta que el contacto con una bengala encendida es igual al de la llama de una antorcha.
  • Controlar a vuestros hijos y no perderles de vista en ningún momento, siempre que se usen fuegos artificiales cerca.
  • Al comprar fuegos artificiales, leer y seguir todas las instrucciones que incluyan.
  • Asegurarse de que toda la gente está fuera del rango de los fuegos antes de encender la mecha.
  • Encender fuegos artificiales exclusivamente en superficies llanas y regulares, alejadas de las viviendas cercanas, hojas secas o cualquier otro material inflamable. 
  • En caso de que haya una hoguera junto a los fuegos artificiales, asegurarse de que está a un mínimo de 18 metros de distancia de las viviendas, árboles, arbustos, vallas y cobertizos cercanos. 
  • Al encender la mecha, sujetar el dispositivo con el brazo completamente estirado. Tener especial cuidado en caso de viento.
  • Nunca intentar utilizar de nuevo fuegos artificiales que no funcionaron correctamente la primera vez. 
  • Tener un cubo de agua o arena cerca en caso de mal funcionamiento o fuego.
  • No mantener el dispositivo en su mano tras haberlo encendido a no ser que las instrucciones establezcan que puede hacerlo. 
  • Vestir ropa sin capucha ni cordones.
  • No transportar fuegos artificiales en los bolsillos, puesto que la fricción con estas puede hacer que exploten. 
  • Tras los fuegos, asegurarse de que las personas que estén ayudando a limpiar los restos usen pinzas o guantes para no quemarse. 
  • No tirar fuegos artificiales usados a una hoguera bajo ningún concepto. 
  • No introducir fuegos artificiales, petardos, etc., en latas o recipientes cerrados

PICADURAS DE INSECTOS Y REPELENTES

Llega el verano y con él, una de las plagas más molestas: los mosquitos.  Debemos de ser conscientes de que es imposible evitar todas las picaduras, y ningún repelente está exento de producir algún efecto adverso. Así que, hay que aceptar el efecto «desagradable» de las picaduras (en nuestro medio los mosquitos es muy raro que transmitan alguna enfermedad importante), frente al riesgo de usar repelentes. 

Como norma general, la Academia Americana de Pediatría, recomienda no utilizar repelentes en niños menores de 2 meses y que, por debajo de los 2 años, deben de utilizarse con precaución.

QUE HACER SI PICA UN INSECTO A UN NIÑO

Las picaduras de mosquitos suelen provocar habones, más raramente ampollas, que pican. En el caso de avispas y abejas, el habón duele y pasadas unas horas suele ir disminuyendo, aunque a veces la picadura sigue aumentando de tamaño lentamente durante varias horas. Una diferencia entre avispas y abejas es que la primera no deja el aguijón clavado. Las arañas producen una mancha roja en la piel con dos puntos centrales.

En caso de una picadura se debe lavar la zona con agua fresca y jabón y retirar siempre el insecto, procurando no comprimirlo al hacerlo para que no expulse más veneno. Para matarlo se puede usar aceite o alcohol, y quitar el aguijón con unas pinzas, pero no se recomienda quemarlo nunca por el riesgo de dañar la piel del niño.

Para calmar el picor se puede aplicar una solución de calamina, cremas, barritas o geles calmantes formulados a partir de extractos naturales de las que se venden en farmacias (no aplicar en las mucosas -boca, ojos, dentro de la nariz-)

Si la zona está inflamada podemos aplicar frío local y si vemos que la inflamación es muy grande, es recomendable acudir a un centro sanitario.

QUE PODEMOS HACER PARA PREVENIR UNA PICADURA

Utilizar ropa de colores poco llamativos, evitar paseos por zonas húmedas y no usar perfumes de olor intenso, que podrían atraer a los insectos.

Utilizar mosquiteras, para las ventanas, enchufes insecticidas y artilugios matainsectos o atrapainsectos (siempre colocados con mucho cuidado para evitar accidentes con niños).

Utilizar repelentes: asegurarse que los que compramos son adecuados para niños, aunque también podemos probar con algunos remedios naturales para repeler mosquitos. En caso de utilizar repelentes en crema o spray en bebés, no aplicarlos en manos ni pies por el riesgo de que puedan chupárselos.

Mantener la casa limpia y ordenada (especialmente rincones, techos, persianas) para evitar que los insectos aniden y campen a sus anchas.

QUE REPELENTES SON UTILES PARA NIÑOS

Repelentes con aceites esenciales de plantas, como la CITRONELA, EL EUCALIPTO O EL CEDRO tienen un tiempo de protección no superior a las 2 horas desde su aplicación, por lo que hay que reponerlos con frecuencia. Si es menor de 2 meses, no se recomiendan los repelentes, solo las mosquiteras. 

A partir de los 6 meses se puede utilizar el PICARIDIN (ICARIDIN). La piperina (un derivado de la piperidina) es lo que le aporta a la pimienta su olor fuerte. La Asociación Española de pediatría, sin embargo, pide esperar a los 6 meses de edad.

Desde el año de edad, el IR3535  actúa contra los mosquitos, las moscas que pican y las garrapatas. Es útil para pocas horas de exposición. A partir de los dos años ya se pueden usar también el CITRIODIOL Y EL DEET, que pueden proteger durante 6 horas.

PERMETRINA O PIRETRINA, una sustancia química sintética que se utiliza como insecticida y repelente de insectos (incluidos los piojos). No se debe aplicar nunca sobre la piel, solo en la ropa. No se recomienda para bebés menores de 2 meses.

Los dispositivos electrónicos que emiten sonidos agudos y las pulseras impregnadas de repelentes no han demostrado ninguna eficacia y no se deben utilizar.

En el caso de las embarazadas Las sociedades de protección ambiental no establecen ninguna precaución especial para utilizar repelentes en embarazadas o durante el amamantamiento.

Por último, aquí os dejamos los tipos de picadura más frecuentes