AUTOLESIONES NO SUICIDAS

“CUTTING”  O AUTOLESIONES EN ADOLESCENTES: ¿NOS DEBEMOS DE PREOCUPAR?

El  pasado día 10 de septiembre se celebró el día mundial para la prevención del suicidio. Con motivo de la pandemia del COVID-SARS2 los trastornos mentales han aumentado en la población joven

La pandemia ha disparado los casos de autolesión no suicida y los profesionales cada vez atendemos a más personas con este tipo de conductas. 

Estudios publicados recientemente reportan que entre un 13 y un 45% de los adolescentes se han autolesionado al menos una vez en su vida. En Europa los datos indican casi un 28% de la población adolescente, pacientes no diagnosticados de un trastorno mental (Sintes, 2021). Concretamente en Cataluña se estima que un 11,4% de jóvenes se han autolesionado al menos alguna vez en su vida.

AUTOLESIÓN NO SUICIDA.  ¿QUÉ ES?

La principal característica es que la persona se inflige lesiones dolorosas y superficiales en la superficie del propio cuerpo de manera repetida. Este tipo de conductas no pretenden ser un intento de suicidio, pero si es una forma dañina de enfrentar el dolor emocional, la ira y la frustración. Los objetivos habitualmente suelen ser: una búsqueda de reducción de las emociones negativas como, por ejemplo, ansiedad, tensión, autorreproche, un autocastigo merecido. Las personas suelen informar de sensaciones de alivio inmediato mientras realizan la conducta. 

Los utensilios más usados son: cuchillas, agujas, cuchillo u otros objetos afilados y las zonas más comunes de lesión suelen ser: región frontal de los mulos y la cara dorsal del antebrazo. 

Lo más habitual es que aparezca en la adolescencia temprana pudiendo continuar durante muchos años. 

Generalmente autolesionarse no es un intento de suicidio, pero puede aumentar el riesgo de que esto suceda por los problemas emocionales que desencadena y el patrón de dañar el cuerpo en momentos de angustia, aumenta la probabilidad de suicidio.

¿POR QUÉ SE AUTOLESIONAN LAS PERSONAS?

A menudo estas conductas dan comienzo porque se aprenden por recomendación y/o por observación de otra persona

Desde la psicología se aportan dos teorías para explicar el funcionamiento de la conducta.

Teoría del aprendizaje: la conducta se mantiene por refuerzo positivo y negativo

El refuerzo positivo se obtiene al castigarse a uno mismo sintiendo que se lo merece, por lo que este comportamiento produce un estado placentero y relajado, porque pueda generar la atención o ayuda de la pareja o también podría constituir una forma de expresar enfado. 

El refuerzo negativo se obtendría como resultado de la regulación del afecto y de la reducción de las emociones desagradables o al evitar pensamientos angustiantes.

La segunda teoría propone que la autolesión es una forma de autocastigo en la que se ejecutan actos auto punitivos para compensar los actos que provocaron sufrimiento o daño a otras personas. 

El DSM-5 incluye la autolesión no suicida en su sección III, en el capítulo de “afecciones que necesitan más estudio” 

CRITERIOS PROPUESTOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE LA AUTOLESIÓN NO SUICIDA

  • En al menos 5 días del último año, el individuo se ha infligido intencionadamente a sí lesiones en la superficie de su cuerpo, de un tipo que probablemente induzca sangrado, contusión o dolor (por ejemplo, cortar, quemar, golpear, frotar excesivamente), con la expectativa de que la lesión sólo conllevará daños físicos leves o moderados (es decir, que no hay ninguna intención suicida)
  • El individuo tiene un comportamiento autolesivo con una o más de las siguientes expectativas:
  • Obtener alivio de un sentimiento negativo o de un estado cognitivo
  • Resolver una dificultad interpersonal
  • Inducir estado de sentimientos positivos
  • La autolesión intencionada está asociada a al menos uno de los siguientes criterios:
  • Dificultades interpersonales o sentimientos o pensamientos negativos, tales como depresión, ansiedad, tensión, ira, sufrimiento o autocritica, que se produce en el período inmediatamente anterior al acto de autolesión
  • Con anterioridad al inicio del acto, aparece un período de preocupación por el comportamiento previsto que es difícil de controlar
  • Pensar en la autolesión que se produce con frecuencia, incluso cuando no se actúa
  • El comportamiento no está aceptado socialmente (por ejemplo, piercing corporal, tatuaje, parte de un ritual religioso o cultural) y no se restringe a rascarse una costra o a morderse las uñas.
  • Este comportamiento o sus consecuencias provocan un malestar o interferencias clínicamente significativas en funciones interpersonales, académicas u otras funciones importantes
  • El comportamiento no se produce exclusivamente en episodios psicóticos, delirio, intoxicación de sustancias o abstinencia de estas. En individuos con un trastorno del neurodesarrollo, la conducta no forma parte de un patrón de estereotipias repetitivas. El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental o condición médica (por ejemplo, trastorno psicótico, trastorno del espectro autista, discapacidad intelectual, síndrome de Lesch-Nyhan, tricotilomanía [trastorno de arrancarse el pelo], excoriación [trastorno de dañarse la piel]

¿Y EN LAS REDES SOCIALES?: AUTOLESIÓN ONLINE

Otros autores mencionan las autolesiones online, estas consisten en el uso de las tecnologías con el objetivo de colgar, enviar o compartir contenidos que incluyen autolesiones físicas o que resultan dañinos o humillantes para uno mismo

Guadix y col. (2020), realizaron un estudio con el objetivo de analizar datos de prevalencia de diferentes formas de autolesiones online entre adolescentes y el análisis de las motivaciones para implicarse en autolesiones online. 

Los resultados mostraron que el 18.64% de los 794 adolescentes encuestados, contestó afirmativamente a haberse autolesionado online de alguna manera. Los resultados sobre las motivaciones fueron:

1) Expresión de malestar 2) desahogo o alivio 3) búsqueda de atención o compresión 4) ver la reacción de otros 5) como una broma o porque consideran que es gracioso 6) porque otros lo hacen o es “una moda” 

REFLEXIÓN

Es importante poder contar con protocolos de prevención, detección y evaluación, en especial en la población adolescente en el ámbito escolar, así como contar con dispositivos específicos para el abordaje de esta problemática, con el objetivo de prevenir su aumento y los posibles problemas asociados a su manifestación.

Por lo tanto, creemos que es esencial centrar las intervenciones y el trabajo en el aprendizaje de estrategias de regulación emocional adecuadas y cuando el problema ha aparecido, las intervenciones deben enmarcarse en el tratamiento de otras posibles problemáticas relacionadas, como podrían ser la depresión y la ansiedad. Además, se debería explorar su relación con posibles situaciones de acoso entre iguales, dificultades interpersonales o falta de apoyo social. 

BIBLIOGRAFÍA

Dra. Anna Sintes Estevez (2021), psicóloga clínica del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona. Las autolesiones son cada vez más frecuentes en adolescentes no necesariamente afectados de un trastorno mental severo.

American Psychiatric Association (2013). Diagnostic and staticial manual of mental disorders (5th ed)

Guadix, M. G., Almendros, C., Mondragón, L. R., & Pérez, E. M. (2020). Autolesiones online entre adolescentes españoles:análisis de la prevalencia y de las motivaciones. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 7(1), 9-15.

Cristina Soto
Psicóloga Sanitaria
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