10 ALIMENTOS QUE DEBEMOS EVITAR EN ALIMENTACION INFANTIL

Actualmente los padres, comienzan a reconocer las limitaciones existentes en alimentación infantil. Pero el auge del BLW y otros tipos de alimentación, conviene recordad algunos alimentos que debemos introducir de una manera más tardía:

  1. Miel: Los menores de un año no deben tomar miel por riesgo de desarrollar una enfermedad grave llamada botulismo.
  2. Atún rojo, emperador y lucio: Pescados grandes que contienen excesivas dosis de mercurio para niños menores de 3 años y para mujeres embarazadas. Por lo tanto, no se deben consumir en estas etapas de la vida. El MARISCO se puede ofrecer a partir de los 6 meses de edad. Se introducirá en función de los hábitos alimentarios de la familia.  Debido a la presencia de cadmio, los niños deben evitar el consumo habitual de cabezas de gambas, langostinos y cigalas y el cuerpo de crustáceos similares al cangrejo.
  3. Frutos secos, ni enteros ni en trocitos hasta los 5 años por riesgo de atragantamiento. No hay problema en dárselos molidos a partir de los 6 meses en cualquier receta.
  4. Salchichas tipo Frankfurt: además de ser un alimento de muy bajo perfil nutricional, ya que están compuestas por carnes procesadas, suponen una de las principales causas de muerte por atragantamiento en los niños. Nunca ofrecérselas cortadas a rodajas, en todo caso, en trozos pequeños y alargados, aunque siempre es mejor evitarlas. Los EMBUTIDOS en general, suelen tener un alto contenido en sal y puede provocarle problemas cardiovasculares desde bien pequeños.
  5. Caramelos duros, palomitas, uvas enteras… no ofrecer este tipo de alimentos hasta los 4-5 años por el mismo motivo que los frutos secos, por riesgo de atragantamiento.
  6. Sal: Los niños menores de un año no deben tomar sal en las comidas. Cumplido el año, pueden tomar pequeñas cantidades.
  7. Verduras de hoja verde como las espinacas, acelgas o col: no debemos ofrecérselas a los niños menores de un año, ya que estas verduras liberan una sustancia llamada nitritos que en algunos lactantes podrían causar una enfermedad grave llamada metahemoglobinemia.
  8. Leche de vaca: Los menores de un año deben de tomar lactancia materna o leches adaptadas. Puede ofrecerse pequeñas cantidades de leche de vaca a partir de los 8-9 meses en forma de yogur natural al día (sin azúcar), aunque no es un alimento imprescindible en su dieta. A partir del año, los niños ya podrían tomar leche de vaca entera o semidesnatada.
  9. Leche cruda: ni en menores de un año ni en la infancia en general por riesgo de encontrarnos con bacterias patógenas como puede ser la Listeria o la Brucella que a estas edades, al igual que en las embarazadas o en los ancianos, podrían causar enfermedades importantes. Recuerda que los quesos han de ser pasteurizados.
  10. Bebidas energéticas y refrescos: las razones obvias ¿verdad? Exceso de azúcares (un refresco puede tener hasta 10 cucharaditas de azúcar) y en muchos casos estimulantes causantes de trastornos del sueño y del comportamiento.