OTITIS EXTERNA

OTITIS EXTERNA, DEL NADADOR, O DE LAS PISCINAS

Cada año, lo mismo, segundo día de piscina y ya le duele el oído. He ido al pediatra y no le ha mandado antibiótico, solo unas gotas e ibuprofeno.

La otitis externa, comúnmente conocida con el nombre «otitis del nadador», es una infección del canal auditivo que transporta sonido del exterior del cuerpo hacia el tímpano. La pueden causar varios tipos de bacteria u hongos. No es lo mismo que la otitis media, que es esa otitis que se produce en el contexto de un resfriado en invierno por la acumulación de mucosidad.

La humedad mantenida en el conducto favorece que los propios gérmenes que viven allí (flora bacteriana) produzcan una infección, por lo que son muy frecuentes en verano y en niños que pasan mucho tiempo en la piscina, debajo del agua.

El dolor de oído,  suele ser muy intenso, constituyendo el síntoma principal, que aumenta cuando apretamos la entrada del oído. A veces simplemente con tocar el pabellón auricular puede doler, o incluso al masticar. Los ganglios de la zona pueden aumentar su tamaño. Lo más frecuente es que afecte un solo oído. No suele aparecer fiebre.

Es frecuente en los niños, sobre todo en los escolares. ¡Un 10% de nosotros padeceremos una otitis externa en algún momento de nuestra vida!

El tratamiento consiste en la aplicación de unas gotas de antibiótico en el oído durante aproximadamente una semana y sobre todo tratar el dolor con analgésicos. Como hemos dicho, el dolor de la otitis externa es muy intenso por lo que es importante combinar el tratamiento con fármacos para disminuir el dolor. A las 48-72 horas de iniciar el tratamiento suele notarse mejoría, pero el tratamiento antibiótico debe de realizarse de forma completa, pudiendo disminuir o suspender los analgésicos a medida que el dolor desaparece.

Es muy importante que durante el tratamiento evitar la entrada de agua en el oído, por lo que deberemos tener especial precaución con las piscinas y la playa.

Es recomendable el uso de tapones, gorros, bandas auriculares, para minimizar la entrada de agua en el oído, aunque estas medidas no son infalibles, pudiendo entras una pequeña cantidad de agua en el oído

Si el niño se encuentra bien, puede ir al colegio sin problema, la otitis externa no es contagiosa.

RECOMENDACIONES PARA EVITAR LA OTITIS DEL NADADOR

  • Evita la humedad en el conducto externo. Seca la parte externa de los oídos después de bañarte o ducharte e inclina la cabeza para ambos lados para facilitar el drenaje del agua.
  • NO USAR BASTONCILLOS  de algodón para limpiar los oídos. Pueden favorecer la infección o causar alguna pequeña herida que posteriormente se infecte. También empujan hacia dentro la poca cera que puede haber, llevando a la formación de tapones. Tampoco te rasques el oído con otros objetos, por ejemplo bolígrafos.
  • La CERA (CERUMEN) en los oídos cumple una función importantísima, tanto como los mocos en la nariz. Es una sustancia pegajosa que evita que cosas extrañas pasen a nuestro cuerpo.  Es un mecanismo de defensa de nuestro oído, no hay que obsesionarse  con quitarla. Basta con limpiar los oídos por fuera con una toalla después del baño.

¿Se puede bañar mi hijo mientras hace el tratamiento?

La respuesta sería un sí a medias, ya que el daño se produce principalmente en el oído cuando el niño bucea, no tanto cuando está en la superficie. Es decir, que si podemos controlar que el niño no esté debajo del agua constantemente cuál pez tropical en el agua en “Buscando a Nemo”, no hay problema, de lo contrario  mejor prevenir jugando debajo la sombrilla.

DIFERENCIAS CON LAS OTITIS MEDIAS

Las otitis medias, las que se producen como complicación de los catarros, también duelen, por lo que son más frecuentes en INVIERNO, pero en estos casos el contacto, la presión, suele aliviar el dolor. La supuración o salida de líquido por el oído también es posible, pero esto no afecta a la intensidad del dolor, como sucede en las otitis medias.

En este tipo de Otitis, cuando finalmente supura, el dolor mejora porque sale el moco que estaba atrapado en el oído y disminuye la presión sobre el tímpano, que es lo que ocasionaba el dolor. Es el fundamento de la colocación de “drenajes timpánicos”, en aquellos casos en los que existe acumulación de moco.

Muchas de estas otitis asociadas a catarro, mejor en el curso de los 3 primeros días con Analgésicos. Si persisten se debe de acudir al pediatra para que realice una valoración.

DIA INTERNACIONAL DEL TDAH

El 13 de julio se celebró el Día Internacional del Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Se manifiesta principalmente en niños, aunque también hay adultos que lo padecen, existen tres tipos:

  • Falta de atención predominante sin signos o con signos escasos de impulsividad e hiperactividad.
  • Predominantemente impulsivo e hiperactivo con poco o ningún déficit de atención.
  • Tipo combinado, estas personas se distraen fácilmente y también son hiperactivas e impulsivas.

Idealmente el diagnóstico debe hacerse entre los 5 y 7 años de edad y antes de establecerlo deben descartarse otras condiciones.

El diagnóstico es clínico y no existen pruebas específicas para ello.

Una parte fundamental del diagnóstico y el tratamiento lo constituye la escuela y el profesorado

El tratamiento es combinado con psicoterapia y medicación, que ayudan a trabajar para mejorar las habilidades innatas que disponen estos niños.

Cada persona es diferente y no debe olvidarse que cuando el TDAH es adecuadamente tratado, la gente que lo padece puede llevar vidas plenas y felices, ya que son imaginativos, talentosos, creativos y energéticos.

Si piensas que tu hijo o tú padecen de TDAH, no dudes en consultarnos.

¿QUÉ ES UN LÍMITE?

Muchas familias acuden a nosotros preocupados debido a los malos comportamientos de sus hijos/as. Esta preocupación acostumbra a ir acompañada de muchas dudas sobre la difícil labor de educar a un/a niño/a: ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Es está la opción más adecuada? Si estoy convencida de la decisión, ¿por qué siento como si no fuera lo correcto? La paternidad y la maternidad pueden despertar muchos interrogantes a la hora de educar, especialmente cuando se trata de marcar límites. Todas estas dudas, además, pueden venir acompañadas de emociones como la tristeza, la inseguridad, la culpa, la preocupación y la frustración. Es habitual que muchos padres puedan incluso llegar a sentirse “malos padres”.

QUÉ ES UN LÍMITE

Se suele asociar el hecho de establecer límites con algo negativo que no contempla la opinión del/la niño/a. Sin embargo, este concepto no implica enfadarse, ignorar o faltar al respeto, sino que se acerca más a estructurar, regular y enseñar. Los niños y niñas cuando son pequeños no tienen la capacidad de autorregularse, y para poder ayudarles primero tenemos que hacerlo desde fuera. Educar implica: 

  • Decir “no” cuando las peticiones que hacen no pueden o no deben llevarse a cabo
  • Enseñar a esperar para conseguir lo que se quiere
  • Ver que los comportamientos tienen consecuencias y ser consecuentes con las decisiones que se toman.

Para todo ello no hace falta alzar la voz o amenazar constantemente. El mensaje se puede transmitir con serenidad, dando instrucciones claras y sin repetirse o recrearse demasiado. Es importante no lanzar amenazas absolutas o que nunca vayan a cumplirse, por lo que es recomendable tener pensadas previamente las consecuencias que tendrán los malos comportamientos. 

Ante la crianza podemos encontrarnos con situaciones complicadas que nos pueden jugar en contra. Imaginemos que estáis en el supermercado y vuestro/a hijo/a quiere una bolsa de patatas. Consideráis que no es adecuado y le decís que no. Ante la negativa, insiste y empieza una rabieta (llora, patalea, chilla…). Este momento os puede incomodar mucho, haceros sentir vergüenza, enfadaros cada vez más… y para que termine la rabieta le dais la bola de patatas, momento en el que para. Parece que todos habéis salido ganando, vosotros dejáis de sentir vergüenza, poder seguir comprando en el supermercado y él/ella tiene lo que quería. Pero el aprendizaje que hacen es: pataleta = conseguir lo que quiero. Si este hecho se repite lo suficiente, es muy probable que las rabietas aumenten y se conviertan en algo habitual. 

¿Cómo podemos poner límites? 

Es importante buscar el momento adecuado y la manera de formularlos, promoviendo una escucha activa por parte del menor. Los límites deben establecerse:

  • Con firmeza pero sin agresividad (evitar los gritos)
  • Sin amenazas ni insultos
  • Haciendo peticiones cortas, claras, específicas y de una en una
  • Teniendo en cuenta el contenido emocional.

Explicarles el porqué de los límites ayuda a la comprensión de estos, y facilitar un espacio de negociación puede contribuir a hacerles más partícipes. Seguidamente es necesario explicar las consecuencias de traspasar el límite y mantenerse firme, puesto que no hacerlo implica desautorizarse. 

Una de las labores fundamentales de los padres es educar para que el propio niño/a pueda autorregularse. Sin embargo, para que pueda hacerlo antes tiene que haber sido regulado desde fuera, y si no lo hacen los padres, ¿quién lo hará?. Establecer límites puede resultar una tarea fatigosa y ardua, pero a la larga es un esfuerzo que se agradece por parte de toda la familia. 

MAR RETAMERO I RIBÉ
PSICOLOGíA

PERCENTILES, MOCOS Y OTROS TEMAS EN LA CONSULTA DEL PEDIATRA

Percentiles, mocos y otros temas en la consulta del pediatra

Hoy voy a comentar sobre algunas cosas que he aprendido a lo largo de mis 25 años de ejercer la pediatría. Tengo que reconocer, que al principio era muy estricto: calculaba las calorías que debía de ingerir un lactante, las horas que tenía que dormir, etc. Pero con el paso de los años he observado que todo esto no es tan importante como nos lo enseñaron.

A nivel sanitario, ante la más mínima enfermedad o ante el menor problema de salud de nuestros hijos delegamos rápidamente nuestra responsabilidad en el médico o acudimos a urgencias. Unas decenas de fiebre pueden suponer una pequeña crisis familiar (no podrá ir al colegio, tendré que dejar de trabajar y lo tendré que justificar, tengo que llevarle con los abuelos…). Lo mismo sucede con una caída del tobogán, una picadura de avispa, un pequeño corte, una vez en el dedo jugando con la pelota…. Un chichón no es suficiente; hay que ir a urgencias por si el niño tiene un traumatismo craneoencefálico grave. Una picadura de avispa hay que revisarla por sí es causa de un choque anafiláctico grave.

Antes en las casas, teníamos agua, jabón y agua oxigenada para limpiar las heridas. Ahora ya no existe esto, o si hay no se utiliza. En estas circunstancias, se aplica el “Por si acaso”

Por otro lado, también son constantes en las consultas habituales de pediatría, cuestiones derivadas de la crianza, hábitos educativos, sobre cómo vivir, etc. Se dan respuestas por todo y ya no se sabe qué hacer si no lo dice el pediatra. Lo siento, pero tengo que reconocer que no tengo las respuestas de todo. Además, creo que en muchas ocasiones son temas que no nos competen y que tienen que pertenecer al ámbito familiar. De todas maneras, Intento ayudar siempre bajo el prisma de intentar aplicar el sentido común. 

También han influido en esto los llamados “programas de prevención” como por ejemplo el niño sano. Cada vez me pregunto con mayor frecuencia que si el niño está sano, porque lo llevamos al médico. No es que esté en contra, al contrario, creo que es muy importante durante los primeros años de vida, especialmente durante la época del lactante, al apoyar y guiar a los padres en la crianza del niño.  Todavía es el día en que algún padre me pregunta cuando hay que hacer la revisión a su hijo de 16 años. 

Pero a partir de aquí, creo que nuestra labor es acompañar a nuestros hijos. Es en estas revisiones donde me encuentro siempre las mismas preocupaciones de los padres como las que os explico ahora: 

“EL PENE NO SE TOCA”

Porque toco este tema, porque es una manía que desde la más tierna infancia recomendamos los pediatras y que no tiene ningún sentido. Judíos y musulmanes, por usos y religión, son muy dados a la circuncisión; el resto sucumbe a la necesidad de pegar tirones a sus hijos básicamente porque se desenganche.

Es cierto que anteriormente lo hacíamos todos, pero actualmente no tienen sentido. Ya no será necesario que las madres se sorprendan ante dicha situación y espectáculo, tras conseguir unos momentos de impresión al florecer el glande y comentar: “Eso que se lo haga su padre, que yo no sé y me da mucha impresión”. Y prefiero no seguir comentando este hilo, que entraríamos en otros terrenos

Al nacer el prepucio está pegado al glande, dejando un pequeño orificio porque salga la orina. A partir de los 2 años se quejará de dolor, que se debe nada más que a la presencia de erecciones que le molestan. Estas erecciones van consiguiendo el despegue progresivo hasta el momento de la eclosión hormonal de los 12-13 años en que conseguirá el despegue total.

LOS PERCENTILES

Lo más importante para los padres al acudir a las “revisiones” es saber el peso y la talla. Si no lo pesas, no has hecho nada. Cuando pesas a un niño solo caben 2 respuestas: “Ya decía yo que pesa poco” … o mucho. De esto se desprende en muchas ocasiones otras dos consecuencias: ¿No le puede dar algo porque coma más? o… ¿Le tengo que poner a dieta? Después de pesarle viene la pregunta más importante: ¿Cómo le ve?  Reconozco que en alguna ocasión he pensado: “pues como quieras que le vea: “canijo y escuálido” en unas ocasiones o “gordo como un luchador de sumo” en otras. Cómo sé que no tengo que responder de este modo, digo que está por debajo del percentil 3, como si fuera un dato de la máxima trascendencia en el desarrollo del niño. El percentil, se ha convertido en las notas escolares del niño que nos da el médico o la enfermera cuando viene a la consulta y sirve para indicar si el niño progresa adecuadamente.

En numerosas ocasiones se hace referencia a que, si está por debajo del percentil 50, el niño pesa poco y si se encuentra por encima está gordo: FALSO. No se han de interpretar de esta manera los percentiles, ya que influye las características y constitución del niño. 

Los percentiles no son la biblia, pueden aportar información al médico sobre algunas situaciones, especialmente si la valoración es a lo largo del tiempo, aunque el habitual es que genere más ansiedad que beneficios. No hace falta para constatar que vuestro hijo es fantástico; de verdad que no hace falta, puesto que basta con mirarle a la cara por saber que es lo mejor bebe del mundo.

EL TERMÓMETRO

Este “aparatejo” tiene la virtud de poner en números lo que todo el mundo sabe: que el niño está caliente. Tengo que reconocer que es un aparato que no me hace mucha gracia, puesto que ha creado una gran dependencia y ansiedad, no solo a los padres, sino también a los profesionales, ¿puesto que una de las preguntas fundamentales es: “¿Ha tenido fiebre? 

En general se ha desarrollado un excesivo temor a la temperatura, de tal manera que es muy frecuente encontrar en las consultas o urgencias niños con fiebre de 37,5°. Se tiene que decir que la fiebre es nuestro mecanismo de defensa. La fiebre sirve para matar gérmenes, puesto que estos se reproducen muy mal cuando se eleva la temperatura. Pensar lol que pasa cuando tenemos gripe: nos metemos en la cama después del vaso de leche, sudamos y el día siguiente nos encontramos algo mejor. Si el niño está lloroso, quejoso, molesto, sí debemos de ayudarle con alguna medicación y a su justa medida, pero no por una cifra de temperatura. Además, se debe tener en cuenta que el paracetamol y el ibuprofeno –los analgésicos utilizados con mayor frecuencia- tienen efectos secundarios, que en ocasiones pueden ser severos, ALGUNOS TAN SERIOS COMO LOS TROMBOS QUE SE RELACIONAN CON LA VACUNA DEL COVID y los usamos con alegría: Hasta cuando tienen tos.

Con la fiebre hay que hacer una excepción. No es el mismo un niño por debajo de 2-3 meses, que el resto. En un niño por debajo de 3 meses si tiene una temperatura de 38-38,5°, se tiene que considerar un niño de riesgo. En esta edad, el niño es diferente, manifestándose la enfermedad en forma de malestar general, apatía, adormecimiento, que no come o por el contrario está excesivamente irritable, llevarlo en el hospital independientemente del que diga lo “aparatito”.

En el resto de los niños, hay que valorar el estado del niño de manera similar al adulto. ¿Qué hacemos los adultos? Si estamos fatal, nos tocamos el frente y para aliviar el malestar general que tenemos nos tomamos cualquier pastilla que hay en casa y mañana ya veremos, que si estoy igual de mal me voy al médico al hecho que me dé la baja…. pero el termómetro ni olerlo. 

La fiebre alta no quema el cerebro, la fiebre alta no da convulsiones, sino que es nuestra aliada, ¿puesto que los gérmenes se reproducen a una temperatura de 36-37° curioso no?

LOS MOCOS

La consulta más típica de la pediatría: “Doctor, el niño tiene mocos. Le estoy aspirando todo el día. ¿No tienen nada para sacarlos?”. Además, aprovechan y transmiten sus propios miedos: “por si le baja al pecho” y son verdes, con lo cual el germen digo yo que debe de ser horrible *y asqueroso. Normalmente los mocos ya los veo, puesto que suelen colgar de la nariz. Creo que podría darles uno clínex y ya está, pero como hemos estudiado, los mandamos a la litera y los exploramos. Muchas veces me pregunto para qué si vemos un niño “rollizo”, sano, con un par de velas colgante. ¿Qué pensamos encontrar? Oro, petróleo…y después además introducimos un palo grande y largo en la garganta para ver los mocos…. Que están en la nariz.

Hoy en día, los mocos también se han convertido en una fuente de negocio: pañuelos, peras, aspiradores, envases presurizados para limpiar la nariz, pegatinas para respirar mejor, etc. junto con infinidad de sustancias antitusivas, mucolíticas, etc. la eficacia de las cuales no está demostrada.

¿Pero qué son los mocos? Igual que la fiebre, los mocos es el sistema de defensa de nuestro organismo contra las infecciones en determinadas áreas, e incluso ya empiezan a publicarse estudios en los cuales se recomienda “comerse” los mocos como medida de prevención de las otitis.

Existen más historias que he aprendido con los niños: la tos, el dolor de oídos, el niño que no come, las “cacas”(me gusta este nombre en lugar de defecación)… pero creo que esto lo dejaré para otra ocasión.

Creo que debemos de evitar la idea de pediatra como persona que todo lo sabe. Creo que “yo no sé mucho de casi nada” y que mi función como supervisor del estado de salud de los niños, debe de ir encaminada también a educar y transmitir conocimientos, con el fin de que los padres sean capaces de tomar decisiones, para asumir las facultades que disponen. Me gustan los padres sabios, que eduquen, son responsables, que eduquen en la libertad, el respeto y en los valores, con el fin de que en la edad adulta sean capaces de conseguir una mayor autonomía personal.

CHUPETE ¿SI O NO?

Todos los días me preguntan en alguna ocasión sobre el chupete (tete, chupón, etc. en sus diversas acepciones). Es un elemento que ya está interiorizado en la crianza del niño, ya que, por ejemplo, forma parte de los “packs” de regalo que se suele dar a las embarazadas en alguno de sus controles, junto con manzanilla, pañales, cremas y otros elementos. Además, es frecuente ver a los niños en la calle con el chupete en la boca, en ocasiones hasta los 3-4 años. Como todo en este mundo, esto tiene sus pros y sus contras:

VENTAJAS DEL CHUPETE

  • Es una buena forma de satisfacer el reflejo natural de succión del bebé y es mejor para él que chuparse el dedo y, por lo tanto, más fácil de quitarlo.
  • Calman a los bebés. Algunos bebés se sienten más relajados cuando tienen algo que chupar o succionar.
  • Ofrecen una distracción temporal. Los chupetes pueden ser útiles durante la vacunación, extracción de sangre u otros procedimientos médicos.
  • Ayudan a los bebés a dormir.  Si tu bebé tiene dificultades para dormirse, el chupete puede ayudarlo a coger el sueño.
  • Ayudan a aliviar las molestias durante el vuelo. Los bebés no pueden regular por voluntad propia los cambios de presión del aire tragando saliva o bostezando. El uso del chupete les puede ayudar.
  • Reducen el riesgo del Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Distintos Existen estudios que han demostrado la asociación directa entre el uso del chupete durante el sueño del bebé y un menor riesgo de padecer el SMSL.

INCONVENIENTES DEL CHUPETE

  • El uso precoz del chupete puede interferir con la lactancia materna. La recomendación fundamental, es que no se debe de administrar durante el primer mes de vida, hasta tener una lactancia materna bien instaurada.  Chupar un pecho es diferente a chupar un chupete o un biberón, y algunos bebés son muy sensibles a estas diferencias. Hay estudios que indican que el uso temprano de tetinas artificiales está asociado a una disminución de la lactancia materna exclusiva. De todas maneras, no son concluyentes respecto al hecho de si son la causa del problema o si constituyen la solución a un problema existente con anterioridad. 
  • Tu bebé puede volverse dependiente del chupete. Si tu bebé utiliza el chupete para dormir, quizá debas levantarte varias veces por la noche para calmar los lloros del bebé cuando se le cae de la boca.
  • El chupete puede incrementar el riesgo de infecciones en el oído medio. Aun así, las tasas de infecciones en el oído medio son generalmente más bajas desde el nacimiento hasta los 6 meses, cuando el riesgo de SMSL es mayor y cuando los bebés están más ‘interesados’ en los chupetes.
  • El uso prolongado del chupete puede conllevar problemas dentales. El uso normalizado del chupete durante los primeros años de vida no causa problemas dentales a largo plazo. No obstante, el uso prolongado del chupete puede causarle al bebé malformaciones en la dentadura y paladar.

ALGUNAS CUESTIONES SOBRE EL CHUPETE: 

1.- TAMAÑO: se debe de ajustar a la boca del niño, Al principio, recomendable de una pieza. Posteriormente ya se pueden valorar otras opciones. Imprescindible que tenga orificios de ventilación. 

2.- LÁTEX O SILICONA: El látex es una goma natural, blanda, resistente y elástica que tiende a absorber los olores. Si eliges esta opción, habrá que cambiar el chupete más a menudo.  Los chupetes de caucho son más suaves, más blanditos, vamos. Pero el caucho se deteriora con mayor rapidez que la silicona y es menos práctico a la hora de asegurar su correcta limpieza.

La silicona también es blanda y elástica, pero menos resistente, por lo que está indicada para bebés más pequeños, sin dientes. Es  más sencilla de mantener limpia de forma clara, tiene como inconvenientes que las tetinas resultan ser más duras y son más peligrosas una vez que el bebé tiene dientes. En el momento en que comienzan a salirle los dientes al pequeño, hay que revisar el chupete con frecuencia para evitar que lo rompa al morderlo y se desprenda un trozo de tetina que el bebé podría tragar o hacer que se atragante.

Estos dos materiales influyen en mayor o menor medida en uno de los aspectos más negativos del uso del chupete: la posible deformación de la mordida del bebé. 

El uso habitual del chupete puede llevar a una mala posición de los incisivos que acaban de salir, provocando futuros problemas en la mordida si no se ataja a tiempo.

¿TODOS DEBEN UTILIZAR CHUPETE?:

Muchos escupen el chupete y no lo necesitan. No pasa nada por eso y de hecho no hay que obligarles a que lo utilicen. Eso sí, tendremos que asegurarnos de que el sustituto no sea el dedo, porque este sí que será más difícil de dejar de usar.

CUIDADOS DEL CHUPETE

La vida útil de un chupete es de un máximo de 3 meses. Al cabo de este tiempo hay que reemplazarlo por uno nuevo. En caso de que el chupete se deteriore antes de los 3 meses de uso, igualmente hay que reemplazarlo por uno nuevo. 

Aunque no forme parte en sí de los pros y contras del chupete, es importante añadir que nunca deben darse al bebé chupetes mojados en zumo, miel, caramelo líquido, leche condensada, etc. Provocan unas caries terribles además de predisponer al niño a sabores muy dulces, lo que dificulta una alimentación adecuada.

¿CUÁNDO DEBE DEJAR DE UTILIZARSE?

En general, Es conveniente ir quitando el chupete en torno a los dos o tres años. Lo cierto es que que no se trata de una regla fija, ya que hay otros condicionantes que pueden hacer que estos plazos sean flexibles, como el grado de madurez del pequeño o determinadas circunstancias médicas o psicosociales.   Aproximadamente en la segunda mitad del primer año deberemos comenzar a limitar su uso. Con ello, evitaremos que obstaculice la formación de la arcada mandibular, por ejemplo. También es importante que se lo quitemos cuando empiece a ir a la guardería, ya que puede intercambiarlo con otros niños y coger así infecciones contagiosas.

Los odontólogos pediátricos destacan que antes de los tres años de edad. Cuando un niño se introduce la tetina  en la boca y ejerce una «succión no nutritiva» (sin ingesta de alimentos ni leche materna) los dientes centrales inferiores se desvían paulatinamente hacia dentro, y en el maxilar superior, tienden a separarse y a sobresalir hacia fuera. A  partir de esta edad, si continúa utilizando chupete la alineación definitiva, se ve comprometida. 

COMO QUITAR EL CHUPETE

Personalmente, pienso que es mejor quitarlo de forma repentina. No debemos de esperar a que lo deje de forma espontáneamente. Ante sus demandas lo que sí debemos hacer es NO SUCUMBIR ANTE SUS DEMANDAS, ya que pasada una semana, habitualmente no se acordará de él.

La forma de quitar el chupete va a depender de la edad del niño, de su temperamento y de su madurez.

En el niño adaptable y tranquilo cualquier cosa va a funcionar. Con cariño, pero con firmeza se le dice que ya no va a usar chupete, porque ya es mayor

En el niño inquieto, se requiere un poco más de tiempo. Primero hay que explicarle lo que va a pasar y poner una fecha unas semanas antes. SIEMPRE PONER UNA FECHA, que puede coincidir con un acontecimiento (cumpleaños, Navidad, vacaciones…). A partir de ese momento, ser inflexibles con cariño. Si es persistente, podéis utilizar uno con cortes previos, para que vea que es mayor… En definitiva: Utilizar la PERSISTENCIA CON IMAGINACIÓN. 

Yo suelo recomendar que a partir de los 18 meses, debamos de quitarlo durante el día y el momento de la siesta, para posteriormente suspenderlo por la noche, previo acuerdo de los padres, para actuar del mismo modo.

 La regla de oro es el convencimiento con que le decís las cosas, … Cualquier estrategia fracasará si no estáis convencidos y la hacéis con dudas. Y esto sirve con el chupete…. Y los límites y Normas.

EL CONFINAMIENTO EN NIÑOS

A VUELTAS CON EL CONFINAMIENTO EN NIÑOS

Últimamente estamos recordando en la prensa diaria, que hace un año se paró el país y tuvimos que confinarnos en casa, por lo que cambió nuestra forma de vivir. Padres e hijos dispusieron de más tiempo para estar juntos, realizaron juegos y actividades juntos, estuvieron en clase juntos, aprendiendo los unos de los otros. 

Durante todo este período, nuestros hijos, los niños en general, nos han dado una lección de como soportar esta situación, debiendo llevar mascarilla a la hora de salir de casa, en el colegio, en el cuidado de nuestros mayores a los cuales no han podido ir a visitar, etc. 

¿Cómo les afecta a nuestros hijos esta situación?

La expresión del estrés, miedo y ansiedad en niños se manifiesta de manera diferente al adulto. Por ejemplo, puede aparecer en forma de rabietas, irritabilidad, más necesitado de presencia del adulto, conductas regresivas… los conflictos entre hermanos o padres e hijos pueden emerger con más facilidad. Hay que detectar estas conductas para acogerlas, darle un espacio y ayudar a metabolizarlas.

Durante estas semanas hemos sido testigo,  tanto los pediatras como las psicólogas que trabajamos en 3Ducktors, así como en la Sanidad Pública,  de las consecuencias de la pandemia,  con numerosos casos de niños y adolescentes que consultan por miedo, por ansiedad, por intensas y desproporcionadas rabietas y por trastornos del sueño.

Los niños – las familias- llevan un año siendo bombardeadas con la palabra MUERTE, Infectados, Hospitales, UCIS…  y  muchos números. Y esto afecta.  Los niños experimentan de una manera más viva el miedo a la muerte, el que se mueran los abuelos, que les pase algo a sus padres… Los datos preliminares de la investigación realizada en España e Italia por Orgilés et al., (2020) sobre los efectos en 1.143 niños y adolescentes de 3 a 18 muestran que el 87,7% de los padres han percibido cambios en el estado emocional en sus hijos durante el confinamiento. Los síntomas más frecuentes son: 

• Dificultades de concentración (76,6%). 

• Desinterés (52%). 

• Irritabilidad (39%). 

• Inquietud (38,8%). 

• Nerviosismo (38%). 

• Sentimientos de soledad (31,1%).

• Desasosiego (30,4%).

• Preocupación (30,1%)

A estos datos se han unido algunos de los que indica la encuesta del CIS sobre los efectos psicológicos de la pandemia. En concreto, en el apartado sobre la infancia, el 52,2 por ciento de los padres que han convivido con sus hijos menores ha percibido cambios en la forma de ser de estos. Además, el 72,7 por ciento de los que han notado alguna alteración asegura que estos han mostrado «cambios de humor» y un 30,4 por ciento «cambios en el sueño».

Los conflictos y las emociones desagradables forman parte de la vida. Ahora pueden aparecer con más facilidad, se hacen más evidentes. Pero al mismo tiempo, pueden ser una oportunidad de crecimiento personal y de desarrollo para aprender a gestionarlas. 

La ansiedad y el miedo pueden aparecer cuando recuperen la rutina y tengan que afrontar situaciones cotidianas que antes hacían sin problemas. El miedo a infectarse y afrontar situaciones sociales se puede poner en evidencia en niños con determinadas características de temperamento.

DE QUE NOS DEBEMOS PREOCUPAR

Los padres deben prestar atención a las señales de malestar psicológico en sus hijos.

Algunos niños tendrán de nuevo conductas propias de cuando eran más pequeños (querrán volver a dormir con los padres, mojarán la cama por las noches, tendrán rabietas, les  asustará la oscuridad, se apegarán más a sus padres, hablarán con un lenguaje más infantil…).

Otros mostrarán tristeza, ansiedad, irritabilidad, serán desobedientes, se pelearán continuamente con los hermanos, pedirán comida a todas horas o les costará dormir.

También pueden expresar este malestar psicológico a través del cuerpo y se quejarán de diferentes dolores (barriga, cabeza, etc.).

El miedo al contagio puede hacer que se obsesionen con la limpieza y aparezcan rituales de lavado reiterado de manos. Incluso pueden llegar a imponer estos rituales al resto de la familia.

Los cambios en los hábitos alimentarios y la disminución de ejercicio físico han hecho aumentar el peso de todos nosotros. Y eso puede tener diferentes consecuencias, entre ellas, las psicológicas. Niños acomplejados por su peso, que no quieren salir a la calle porque sienten malestar con su imagen corporal.

La parcela en la que más ha repercutido el confinamiento en casa ha sido la de las relaciones sociales. Niños con problemas previos de timidez, de habilidades sociales incluso de trastornos del espectro autista se han sentido muy cómodos al no tener que relacionarse con los demás. Pero esta “comodidad” mantenida durante todo este tiempo puede aumentar las dificultades de relación tras el desconfinamiento.

El consumo de tóxicos en adolescentes ha disminuido por el confinamiento y la mayor supervisión por parte de los padres. Con la desescalada y el volverse a encontrar con los amigos veremos qué ocurre.

Lo que sí ha aumentado es el tiempo dedicado a las pantallas (televisión, ordenador, tableta, móvil).  El contacto virtual ha sido una herramienta válida durante el confinamiento, aunque también ha aumentado el riesgo de ciberacoso y de adicción a las tecnologías.

¿Qué podemos hacer?

Ahora que en los próximos meses comenzará el  desconfinamiento, lo primero es aplicar el SENTIDO COMÚN. 

Pensar en todo lo que podemos hacer: Puede quedar con algún amigo a jugar al aire libre, pero no será conveniente celebrar su cumpleaños con 20 niños más. 

Podemos quedar a pasear con los amigos por la calle y sentarnos en una terraza, CADA UNO CON SU MASCARILLA. Esto es más seguro que quedar 15 personas a comer. Disfruta del aire libre, del sol, de los paseos por la playa o el campo con la familia 

Orgilés, M., Morales, A., Delvecchio, E., Mazzeschi, C., & Espada, J. P. (2020, April 21): Immediate psychological effects of the COVID-19 quarantine in youth from Italy and Spain. https://doi.org/10.31234/osf.io/5bpfz

¿TE PREOCUPA LAS PIERNAS DE TUS HIJOS?

Te preocupan las piernas de tus hijos, ya que  están más torcidas que la de los otros niños. ¿Tu familia y la gente en general te insisten mucho sobre este tema? Se lo has consultado al pediatra y te ha comentado que es normal, que ya mejorará. ¿Esperar? ¿Hasta cuando?. Esta es una consulta frecuente en las visitas al pediatra.

Piernas en “X” y Piernas zambas EN “C”

La forma que adoptan las piernas no solo depende de las rodillas, también depende en gran medida de la forma de caderas, de la pierna (tibias), del tobillo y del pie. La mezcla de todas esas estructuras, con sus peculiaridades, son la que nos definen a cada uno. De todas las alteraciones vamos a hablar de 2 que son muy características:

  • Utilizamos el término de rodillas varas o «genu varo» a la postura en la que cuando los tobillos se tocan, las rodillas están separadas entre sí. Las piernas están arqueadas hacia afuera.
  • Utilizamos el término de rodillas valgas o «genu valgo» a la postura en la que cuando las rodillas se tocan, los tobillos están separados entre sí. Las piernas tienen una disposición en X.

De forma natural se producen las siguientes situaciones (figura 1):

  • Al nacimiento existe un genu varo normal (hasta 15 grados de media).
  • Hasta los 2 años se produce una pérdida del genu varo hasta quedar las piernas totalmente alineadas.
  • Hasta los 3-4 años se produce un genu valgo progresivo (hasta 11 grados de media).
  • Hasta los 7 años se produce una realineación con pérdida de parte del valgo.

A partir de esta edad hasta los 6-7 años, se puede ver lo contrario, las piernas están una posición de valgo (o X). A partir de los 8-10 años de edad, ya adoptará la alineación que se puede observar en los adultos.

Alteración de los ejes mientras crece tu hijo.

  • Desde que un bebé nace hasta que es adulto, los ejes de las piernas varían notablemente.
  • Los fetos durante su etapa en el útero adoptan una postura en varo. (Es de cajón, por una cuestión de espacio).
  • Luego los bebés mantienen el varo durante el primer año, y entonces empiezan a caminar…
  • Una vez caminan (entre de los diez meses o año y medio), la rodilla y la pierna mantiene una postura en varo (en paréntesis).
  • Poco a poco, sutilmente del varo pasaremos al valgo.
  • Y a los tres o cuatro años llegamos al momento máximo de valgo.

Posteriormente la situación se irá normalizando. Pero dependerá en gran medida de la herencia de los padres.

Tu hijo empieza a caminar y lo hace de forma “rara”, ¿TE PREOCUPA LAS  PIERNAS DE TUS HIJOS?

Te empiezas a preguntar si le pasa algo, si se te ha escapado algo, además tu entorno te empieza a cuestionar la forma de andar, la forma de las piernas. TE entran dudas. Se lo comentas al pediatra y lo único que te dice es que es normal… pero tú le sigues viendo las piernas raras, ves las rodillas muy arqueadas y que camina con los pies hacia fuera y separando mucho los pies. SOBRE TODO TRANQUILIDAD.

Habitualmente los niños tienen una forma peculiar de colocar los pies cuando empiezan a caminar. Piernas arqueadas, pies separados y en rotación externa. Exactamente igual que el que lleva unas cuantas copas de más. Aumenta la base de sustentación para evitar perder el equilibrio. Simplemente por qué no tu hijo no quiere caerse.

Poco a poco ese esfuerzo  por caminar disminuye y a los tres años ya se deambula con «normalidad».

A LOS 3 AÑOS ES LA EDAD IDEAL PARA VALORAR UNA MARCHA ATÍPICA O RARA

Cuando acudir al médico

  • Pierna derecha arqueada por fractura de tibia. Genu varo asimétrico.
  • Cuando el niño no quiere caminar. Podemos estar ante una fractura de tibia oculta.
  • Cuando la deformidad de los ejes no es simétrica.
  • Si la deformidad es posterior a un traumatismo o fractura.
  • Cuando la longitud de las piernas es diferente.
  • Si el niño no toma suficiente leche o derivados lácteos.
  • Cuando el niño no toma suficiente sol. (Los niños deberían salir todos los días a la calle a jugar o pasear con sus cuidadores. Parece una obviedad y no lo es. Familias numerosas donde el único cuidador es la madre no puede salir a pasear por qué no tiene tiempo).

Y cómo se tratan…

El principal tratamiento para esas deformidades es TIEMPO  y PACIENCIA

¿Y aparatos cuando?

En general: NUNCA. Sólo en  aquellos casos

  • Con peculiaridades familiares (piernas en X) a veces ha sido preciso el uso de un aparato llamado sirena.
  • Piernas muy arqueadas a expensas de gran rotación de la tibia. Un aparato llamado Dennis-Browne.

Sabías que…

  • Los grandes deportistas tienen las piernas Si ves un partido de fútbol, fíjate en las piernas de los jugadores.
  • Los asiáticos tienen más genu varo que el resto de la población.
  • Los niños comenzarán a caminar cuando “les toque”. Avisar a los abuelos que no se trata de un concurso, por lo que no hay que comparar con el resto de niños.
  • No forzar a un niño empiece a caminar antes del año… a no ser que se ponga de pie por su cuenta y veas que es innato el querer caminar.
  • El pañal no provoca la rodilla vara (arqueada). En África los bebés no llevan pañal e igualmente se observa genu varo…
  • Los taca tacas prohibidos: A LA BASURA.  La Sociedad Española de Pediatría desaconseja el uso de taca tacas por dos motivos.
    • Evita la carga en las piernas en niños inmaduros para esa carga.
    • Evita los accidentes fortuitos, QUE SIEMPRE VAN A LA CABEZA.

Espero que os hayamos aclarado conceptos. Como siempre estamos en 3 Ducktors para clarificar ideas.

 

 

TÉCNICA DEL POST-IT

Motivación: Técnica del Post-It

Hace unos días viendo un programa de TV, escuche una anécdota de un personaje famoso sobre su padre. En su época de estudiante becado, debía de hacer frente un pago de una cantidad generosa de dinero, sin disponer de esa cantidad para afrontarlo, por lo que se vio obligado a solicitarlo a sus padres. Quedaron un día para la entrega del dinero. En los días previos estuvo buscando la manera de justificar dicha necesidad, sin que pensara que lo había dilapidado en juergas y otros escarceos (no olvidar que era estudiante).

Llegado el momento, su padre le entregó el dinero y cuando comenzó a justificarse y explicar la razón de dicha solicitud, sin mediar palabra, su padre le puso el dedo en la boca y le dijo: “Confío en ti” y se marchó. Nunca, con sólo tres palabras, se ha transmitido un mensaje tan grande y profundo. 

De una manera similar, para estimular la motivación podemos poner en práctica la Técnica del Post-It. Se basa en que genera pensamientos positivos de manera constante, ya que está demostrado que los niños con pensamientos positivos se desarrollan mejor que aquellos con ideas negativas, de tal manera que su optimismo puede ayudarles a entender cómo influyen los pensamientos en las emociones.

Para esto, los padres son fundamentales para que los niños puedan utilizar el pensamiento positivo en situaciones difíciles. 

Motivación: Técnica del Post-It

Cómo aplicarla

  • Se deben de usar post-it de diversos colores, tamaños y formas.
  • En compañía de los padres, se debe de animar al niño a escribir palabras o frases motivadoras; que destaquen sus características positivas o que inspiren a tomar decisiones (“vales mucho”, “no te rindas”, “Puedes hacerlo”…)
  • Se colocan en lugares visibles de la casa (cocina, habitación, baño…)
  • Se pueden poner Post-It sorpresa (en el bocadillo del colegio, debajo de la servilleta, en la almohada…)

¡¡Venga Patos!! Vamos a ponerlo en práctica. Para los padres un “Te echo de menos”, “te quiero” o “esta noche cruzamos el Misisipi…” también sirve.

MI HIJO MOJA LA CAMA: ¿ME HE DE PREOCUPAR?

MI HIJO MOJA LA CAMA: ¿ME HE DE PREOCUPAR?

Hoy hablamos de la ENURESIS, que es orinarse mientras duerme. Se dice que es PRIMARIA cuando nunca ha dejado de mojar la cama por la noche. Se llama SECUNDARIA si ha dejado de mojar la cama durante un período mínimo de 6 meses seguidos y vuelve a hacerlo por algún motivo.

 

¿CUÁL ES LA CAUSA?

Las causas no son del todo conocidas. Únicamente tenemos conocimiento de algunos factores que están presentes en estos niños:

  • HERENCIA: si uno de los padres se orinaba en la cama después de los 5 años, hay un 40 % de probabilidades de que sus hijos tengan el mismo problema. Si ambos padres se orinaban en la cama cuando niños, entonces cada uno de sus hijos tendrá una probabilidad de alrededor del 70 % de padecer el mismo problema.
  • SEXO: Más frecuente en varones.
  • Sueño profundo. Un patrón de sueño profundo, se asocia en numerosos casos de enuresis. De hecho algunos autores los incluyen dentro de los trastornos del sueño, de manera similar a las pesadillas, terrores nocturnos, etc.
  • Estrés. Este es uno de los motivos más comunes de la enuresis secundaria. Este estrés puede provocar incontinencia urinaria y el tratamiento de este estrés puede detenerla.
  • Apnea obstructiva del sueño/ronquidos. En casos excepcionales, la incontinencia urinaria ocurre porque un niño tiene apnea obstructiva del sueño y ronca. Los niños con esta afección tienen una vía respiratoria parcialmente bloqueada que puede detener su respiración brevemente durante el sueño.
  • Estreñimiento. La vejiga y los intestinos están muy cerca entre sí dentro del cuerpo. Un intestino lleno (constipación) puede hacer presión sobre la vejiga y hacer que el niño pierda el control de la vejiga.
  • Enfermedades neurológicas y/o de la vejiga.

 

¿CUÁNDO SE PRODUCE EL CONTROL DE ESFÍNTERES?

En niños hasta los 5 años puede ser normal que moje la cama. A partir de esta edad se debe de consultar, en especial si tiene repercusiones en la vida diaria del niño.

El control de esfínteres es un PROCESO MADURATIVO, No ES UN PROCESO DE APRENDIZAJE. Es una habilidad que uno adquiere sin que nadie se lo enseñe, por lo que este proceso ES DIFERENTE EN CADA NIÑO. Esta idea constituye un concepto muy importante, ya que está en contra del APRENDIZAJE SOCIAL que promueve que a los 2 años el pañal debe de retirarse.

Este proceso madurativo no depende de la voluntad del niño. Por esto, a pesar de las regañinas, premios, etc. Continúa realizando sus necesidades encima. Sí es cierto que hay niños que lo controlan antes de los 5 años, pero el proceso madurativo llega hasta los 6 años.

Cómo saber si el niño está preparado para dejar el pañal

Como hemos dicho, todos los niños aprenden a dejar de usar el pañal, y lo consiguen de una manera natural por sí mismo.  Lo importante es conocer las señales que nos digan, que está preparado para dejar el pañal:

  • El inodoro le interesa: quiere acompañaros para ver lo que hacéis, os pide tirar de la cadena y ver como todo desaparece…
  • Mantiene seco el pañal por un período superior a 2-3 horas. En esta fase es conveniente que controléis periódicamente que el pañal está seco.
  • Tiene un horario regular para hacer deposiciones: No todos lo tienen, pero si aparece es un signo con el que os podréis anticipar y sentarle en el WC.
  • Se da cuenta de que está haciendo “pipi” o “caca”. Hay niños que te lo pueden decir justo antes de hacerlo. Y otros mientras lo hacen. Pero es una forma de darse cuenta de que vuestro hijo está siendo cada vez más consciente de lo que está haciendo. Incluso es posible que le moleste tener el pañal sucio y os pida cambiarle, porque le empieza a resultar molesto.
  • Es capaz de subirse o bajarse los pantalones

 

¿Y si  no quiere sentarse en el orinal…?

En numerosas ocasiones, nos encontraremos con que los niños y niñas rechacen sentarse en el orinal, es un elemento desconocido para ellos y, aunque empiecen a controlar los esfínteres, no saben muy bien cómo utilizarlo. Lo ideal es seguir estos consejos:

  • Colocarlo en el baño para que entienda su función y se familiarice con él.
  • No obligarle a usarlo y ofrecerlo al igual que la taza del váter. A lo mejor prefieren usar esta antes que el orinal simplemente por imitación a los adultos.
  • Interactuar. También, podéis intentar otros recursos como decorarlo juntos con pegatinas. Poco a poco, irá descubriendo la relación entre el pis, la caca y el orinal y te lo pedirá seguro.
  • Respetar. Lo que no debemos hacer en ningún caso, es enfadarnos por no sentarse, ya que así conseguiremos el efecto contrario.

Si se repite este proceso varias veces, puede ser que todavía no se encuentre preparado o preparada para dejar el pañal, por lo que podríamos volver a intentarlo en un tiempo. Como hemos dicho, es un proceso y debemos seguir sus tiempos sin agobiarnos, son ellos los que marcan el ritmo.

 

Cuando se debe de tratar

Los estudios epidemiológicos ponen de manifiesto que la resolución espontánea se suele dar en los niños pequeños con enuresis leves (mojan <3 noches/semana). En cambio, en los que mojan todas o casi todas las noches y en los mayores de 9 años, la enuresis no tiende a la curación espontánea  y el tratamiento se debería instaurar de forma precoz en estos casos. Además, independientemente de la gravedad y de la edad, también estaría indicado cuando sospechemos que tiene o puede tener una repercusión negativa en el niño o la familia y siempre que nos lo demanden a partir de los 5 años.

Cuando ir al Oculista

Cuando ir al Oculista

Cuando unos padres acuden a la consulta por primera vez, algunas de las preguntas más frecuentes hacen referencia a la visión de los niños: ¿Cómo debemos de  cuidar los ojos de los niños? ¿El bebé ya ve? ¿Cuándo se acaba de definir el color de ojos de un bebé? ¿Cuándo se le debe llevar al oftalmólogo? ¿Mi hijo lagrimea, cuándo es preocupante? ¿Debemos de preocuparnos de su vista, aunque no manifieste ningún síntoma?, ¿cuándo ir al oculista?. 

En muchas ocasiones, y en especial durante los primeros años de vida, los déficits visuales pasan desapercibidos. La razón es muy simple: el niño siempre ha visto así y no sabe o no tiene interiorizado lo que es ver bien, porque siempre han visto de esta manera. Por esta razón, la mayoría de los defectos visuales se diagnostican sobre los 5-6 años, coincidiendo con el momento de aprender a leer y escribir.  Intentaremos Responder a estas preguntas:

La visión de los niños: ¿Cuándo sabremos el color de los ojos?

La visión de un bebé pasa por muchos cambios durante su primer año de vida. En cada visita de niño sano, su pediatra revisará la visión de su bebé para monitorear estos cambios y asegurarse de que su visión se desarrolle como debería hacerlo.

  • Recién Nacidos: Adaptándose a la luz y a medida que pasan los días distinguen patrones claros y oscuros; empieza a ver colores brillantes y poco a poco fija la mirada en las caras.
  • De los 2 a los 12 meses: Al principio, no funcionan muy bien, pareciendo Bizcos, pero esto se corrige progresivamente. Ahora bien, si esto sucede SOLO EN UN OJO, se ha de consultar al médico. Al principio de este período, su aprendizaje consiste en enfocar y seguir objetos en movimiento, lo que puede ya realizar alrededor de los 4 meses. Sobre los 5 meses ya han aprendido el concepto de “profundidad” (si está lejos o no) y tiene una visión 3D. En esta etapa, un bebé puede reconocer a sus padres al otro lado de la habitación y sonreírles. También pueden ver los objetos de afuera cuándo miran a través de la ventana. Incluso pueden recordar qué es un objeto, así solo vean una parte de él. Cuando alcanzan el color definitivo de los ojos a, los seis mese, mientras que en otros puede tardar más de un año en definirse.   Alrededor de los 10 meses de edad, los bebés pueden ver y calcular la distancia lo suficientemente bien, como para agarrar algo entre sus dedos pulgares e índice. A los 12 meses de edad, la mayoría de los bebés están gateando y tratando de caminar, lo que aumenta la coordinación visual.

Mi hijo tuerce los ojos: ¿Qué debo de hacer?

Ya hemos comentado anteriormente que durante los primeros meses,- aproximadamente 3 meses- es normal que el niño en ocasiones esté bizco. Además, al tener la nariz tan pequeña puede dar la impresión de un falso estrabismo. Pero a partir de esta edad, si se presenta una desviación ocular, se debe de consultar al médico, al igual que si la desviación es muy evidente o fija.

Tiene legañas y los ojos pegados

Estas pequeñas conjuntivitis no son problema para el niño. Su ojo está madurando y el lagrimal es pequeño. Se deben de lavar con frecuencia con una pequeña gasa y suero fisiológico. No debemos utilizar remedios caseros como manzanilla, para este menester. Sí son muy persistentes acudir al médico para valorar una posible obstrucción lagrimal. Habitualmente desaparecen antes del año de edad. 

En el caso de que se confirme una obstrucción lagrimal, lo que se conoce como dacriocistitis, se suele intervenir pasado el año de edad.

¿Cuándo llevar el niño al oftalmólogo / oculista?

La primera revisión oftalmológica se debiera realizar a partir del año y nunca más tarde de los 3 años de vida, porque en este período se pueden presentar alteraciones, como las cataratas, etc.  que se han de corregir. Es por esto que el pediatra durante este tiempo  a lo largo de las revisiones utilizará el oftalmoscopio para valorar el reflejo rojo y las desviaciones visuales. 

  • Recién nacidos y primer año de vida: La revisión oftalmológica debe producirse cuando así lo considere el pediatra y, en especial, en el caso de niños prematuros o de bajo peso, que son más propensos a sufrir ciertas enfermedades. También deberán remitirse al oftalmólogo los recién nacidos en los que el pediatra observe algún problema visual.
  • Durante 1 año y 3 años

Para diagnosticar posibles alteraciones de motilidad ocular, desviación  estrabismo y ojo vago u ambliopía. A esta edad los niños comienzan a colaborar y es más sencillo realizar determinadas pruebas, como la evaluación de la agudeza visual

  • Habitualmente también se aconseja llevar a cabo un control a los 5 años, de carácter preescolar, en donde el profesional controla que no haya ninguna alteración en esta primera etapa de maduración visual que pueda perjudicar el desarrollo de una buena visión.

La agudeza visual se explora a partir de los tres años con optotipos convencionales, con dibujos o la E en diferentes posiciones hasta los cinco años y con letras a partir de los seis. Entre los tres y los cuatro años es posible conseguir en la mayoría de los casos la colaboración suficiente del niño. Los padres pueden preparar a su hijo en el domicilio para la prueba de la E en diferentes posiciones. Si a los cuatro años no conseguimos demostrar una agudeza visual normal, será necesario remitir al paciente al oftalmólogo para descartar una ambliopía. 

Los niños que aparentemente no colaboran tienen mayor incidencia de alteraciones visuales que los que pasan la prueba de los optotipos.

Informe sobre el estado de salud visual infantil y cómo ha cambiado desde el 2016. http://visionyvida.org/el-estado-de-la-salud-visual-infantil-en-espana-como-ha-variado-desde-2016/